Por: Yasher Bolívar Pérez
La ciudad de Ámsterdam vive momentos de tensión tras los ataques antisemitas dirigidos a los hinchas del Maccabi Tel Aviv, ocurridos luego del partido de Europa League contra el Ajax, donde 62 personas fueron detenidas y cinco resultaron heridas. En una rueda de prensa, la alcaldesa Femke Halsema calificó estos actos de violencia como “intolerables” y anunció medidas de seguridad extraordinarias. La ciudad ha sido declarada “área de riesgo” durante el fin de semana, con una prohibición de manifestaciones y un refuerzo de la seguridad en sitios vulnerables.
La violencia se desató en medio de protestas propalestinas, cuando aficionados israelíes rompieron el minuto de silencio con cánticos, lo que tensó aún más el ambiente. Halsema comparó los ataques con los “pogromos” del pasado, y las autoridades están recopilando evidencia en redes sociales para identificar a los responsables.
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente los incidentes. Líderes de la Unión Europea, Alemania y Francia expresaron su rechazo, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó que “el antisemitismo no tiene cabida en Europa”. La situación ha planteado serias preocupaciones sobre la seguridad y la protección de la comunidad judía en el continente.