Por: Yasher Bolívar Pérez
En 2009, Brandon Jennings surgió como una de las promesas más esperadas en el draft de la NBA junto a Ricky Rubio. Sin embargo, a diferencia del español, Jennings tuvo una trayectoria marcada por altibajos y, finalmente, un retiro prematuro hace seis años. En su mejor temporada con los Milwaukee Bucks, el base anotó 55 puntos en un solo juego, ganando gran reconocimiento, aunque más tarde las lesiones y los cambios de equipo dificultaron la continuidad de su carrera.
Hace poco, Jennings compartió los motivos de su retiro en una conversación con Dwight Howard, revelando que la presión económica familiar y social fue un factor clave. “No quiero que me vean como una vaca lechera”, explicó, dejando entrever su agotamiento por ser el soporte financiero de quienes lo rodeaban. A pesar de haber ganado más de 40 millones de dólares en la NBA, se apartó para preservar su salud mental y su estabilidad económica.
A sus 35 años, Jennings vive de su patrimonio de 16 millones de dólares, una cifra conservadora en comparación con los ingresos actuales de las estrellas de la NBA. A través de su experiencia, el exjugador enfatiza la importancia de mantener a “las personas adecuadas cerca”, evitando caer en el desgaste emocional de mantener a otros, una lección que sigue guiando su vida lejos de las canchas.