Por: Yasher Bolívar Pérez
La campaña de la Premier League en apoyo al colectivo LGBTQ+ mediante brazaletes arcoíris generó debate este fin de semana. Dos capitanes destacaron por sus posturas frente a la iniciativa: Sam Morsy, del Ipswich Town, se negó a portar el brazalete por motivos religiosos, mientras que Marc Guehi, del Crystal Palace, lo utilizó pero añadió la frase “amo a Jesús”, generando controversia.
El Ipswich respaldó la decisión de Morsy, señalando su compromiso con la inclusión y la campaña “Rainbow Laces”. Por otro lado, Guehi podría enfrentar sanciones, ya que las reglas de la FA prohíben mensajes personales o religiosos en los uniformes. Este episodio refleja la complejidad de equilibrar las creencias individuales con las iniciativas de inclusión en el deporte.