Ante la fuerte gresca registrada entre jugadores del América de Cali y miembros de la Policía Metropolitana de Barranquilla, la noche de ayer miércoles en una de las zonas de traslado del estadio Metropolitano, lainstitución policial emitió un comunicado de prensa dando su versión de lo sucedido.
Todo comenzó por un empujón que le dio el jugador Juan Camilo Portilla a un uniformado en la pista atlética, minutos antes de que se pitara el cotejo que Junior derrotó 4-3 a los Diablos Rojos.
La agresión, acompañada de improperios, se habría dado cuando uno de los policías intentaba calmar al futbolista desbocado por la ira ante las provocaciones de los hinchas junioristas que estaban ubicados en la tribuna Occidental Baja.
Luego de eso, la calentura se trasladó minutos después hasta el sector de parqueo donde estaba el bus que trasladaría al plantel americano hasta el hotel, desatándose allí una fuerte reyerta de parte y parte con trompadas, patadas, empujones e insultos que quedaron registrados en videos aficionados.
En el comunicado, la Policía Metropolitana de Barranquilla señala cuatro puntos.
En el primero, la entidad policial deja claro que toda la hostilidad sí fue motivada por el mal comportamiento del jugador Portilla.
En el segundo, los uniformados aguardaban por el plantel del América para solicitar al enunciado jugador caleño para el respetivo comparendo por irrespeto a la autoridad, a lo que se opusieron varios de sus compañeros de equipo y estalló la pelea.
En el tercero, la Policía Metropolitana también sostuvo que en horas de la madrugada de este jueves el propio jugador accedió en el hotel de concentración para que le impusieran el correctivo policial.
Como cuarto punto, igualmente precisaron que ya están bajo investigaciones las denuncias presentadas por algunos jugadores sobre agresiones físicas de las que fueron objeto a manos de agentes de policía.