Por: Yasher Bolívar Pérez
Lionel Messi se convirtió en el centro de atención durante el primer partido del 2025, un amistoso entre el Inter Miami y el América disputado en Las Vegas. A pesar de tratarse de un encuentro de pretemporada, la tensión se apoderó del estadio, especialmente tras el gol del argentino, quien respondió de manera provocativa a los abucheos de los aficionados del equipo mexicano.
Desde el inicio del encuentro, la afición del América se mostró hostil hacia Messi, abucheándolo constantemente. Esto alcanzó su punto máximo cuando, al marcar el gol del empate al minuto 34, el astro argentino se señaló el apellido y el número 10 en su camiseta, además de realizar gestos hacia las gradas que parecían cuestionar a los hinchas, como diciendo: “¿Quiénes son?”. Su celebración fue vista como un acto de revancha y desató una ola de reacciones.
El gesto de Messi ha generado un intenso debate en torno a su actitud frente a las críticas, especialmente en un contexto amistoso. Aunque la acción reafirma su confianza y liderazgo en el Inter Miami, también evidencia la presión y las emociones que rodean a una figura de su magnitud, incluso en compromisos de menor trascendencia.