Por: Yasher Bolívar Pérez
Mientras los medios estadounidenses se enfrascan en la discusión sobre quién debería ser el próximo rostro de la NBA, LeBron James ha cambiado la conversación. A través de su cuenta en X, el veterano de los Los Angeles Lakers dejó claro que el baloncesto no se trata de una sola persona, sino de la riqueza colectiva del deporte y su cultura.
“No se trata de la ‘cara de este deporte’ ni de un solo jugador. Se trata de la cultura del baloncesto, el deporte más hermoso del mundo. Nuestro juego nunca ha estado mejor”, afirmó el cuatro veces campeón de la liga, en alusión a la irrupción de jóvenes figuras como Anthony Edwards y Victor Wembanyama, quienes suenan como los nuevos estandartes de la NBA.
A sus 40 años, LeBron sigue siendo un referente dentro y fuera de la cancha. Su postura no solo refleja su madurez, sino que también desafía la narrativa mediática que busca encontrar un sucesor definitivo. En una liga cada vez más globalizada, con talento emergente en cada rincón del mundo, la pregunta parece quedar en el aire: ¿necesita la NBA una sola cara, o es hora de celebrar la diversidad de estrellas?