Por: Yasher Bolívar Pérez
El exfutbolista Jhon Viáfara, quien fue capturado en marzo de 2019 en Jamundí, Valle, y extraditado a Estados Unidos en enero de 2020, se ha mantenido alejado de los reflectores desde su reclusión. Viáfara, acusado de integrar una red de narcotraficantes que operó entre 2008 y 2018, ha sido vinculado al tráfico de más de dos toneladas de cocaína hacia Norteamérica, actividad que se realizaba a través de lanchas rápidas y semi sumergibles, con la colaboración del ‘clan del Golfo’.
Recientemente, se ha difundido una imagen de Viáfara en prisión, que fue compartida por su amigo y exfutbolista Carlos Bejarano en sus historias de Instagram. En la foto, el exjugador aparece sonriente, con un gorro y audífono, durante una videollamada con Bejarano, quien acompañó la publicación con un mensaje de esperanza: “Cuando se es bueno, Dios actúa y hasta el tiempo pasa más rápido”.
A lo largo de este tiempo, poco se ha sabido sobre su vida diaria en prisión. Según declaraciones previas de su padre, Viáfara sigue una rutina saludable: realiza ejercicio, mantiene su forma física y se dedica a la lectura. Además, asegura que en prisión no ha tenido problemas con otros reclusos, siendo respetado y querido por sus compañeros.
Viáfara, quien fue un destacado futbolista en el Deportivo Pasto y el América de Cali, afirmó en una entrevista que fue injustamente relacionado con personas y actividades criminales que nunca conoció, y que fue utilizado como un “trofeo” en la lucha contra el narcotráfico. Pese a los cargos que enfrenta, el exfutbolista ha mantenido su postura de inocencia y pidió una extradición exprés para enfrentar su proceso judicial rápidamente.
A pesar de los oscuros momentos que atraviesa, la publicación de su foto ha mostrado que Viáfara mantiene una actitud positiva, un indicio de que sigue luchando por demostrar su inocencia mientras se enfrenta a un proceso legal en los Estados Unidos.