Tras la derrota de Junior ante Águilas como local, se desbordaron los ánimos de algunos fanáticos.
Algunos desadaptados lanzaron vallas desde la rampa de salida de la zona occidental del estadio Metropolitano Roberto Meléndez hacia el parqueadero interno, donde se encontraban algunos carros de los jugadores.
La acción violenta de los seguidores rojiblancos dejó la camioneta de Carlos Bacca afectada en el capó y en la parte lateral delantera.
Carlos Bacca, en compañía de su familia, se mostró muy disgustado con la situación y se retiró escoltado por algunos miembros de la fuerza pública.
La policía tuvo que intervenir y sacar del escenario a los revoltosos que le hicieron daño al vehículo del goleador porteño, y alteraban el orden de todo lo que encontraban a su paso.