Por: Yasher Bolívar Pérez
Hoy, en el enfrentamiento entre Brasil y Uruguay por las Eliminatorias Sudamericanas, se implementará por primera vez el protocolo antirracista aprobado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). Este histórico paso busca erradicar los actos de discriminación en el deporte con un enfoque proactivo y contundente.
Si se presentan actos racistas durante el partido, los jugadores podrán denunciarlos cruzando los brazos a la altura de las muñecas, una señal inequívoca de protesta. En respuesta, el árbitro tendrá la facultad de detener el encuentro, e incluso, si persisten los insultos, los equipos podrían abandonar el campo y el partido ser suspendido definitivamente.
Con esta medida, Brasil lidera un ejemplo de tolerancia cero al racismo en el fútbol, marcando un antes y un después en la lucha contra la discriminación en el deporte.