En el corazón del Barrio Abajo, uno de los sectores más tradicionales de Barranquilla, se encuentra un espacio que ha transformado la forma en que la ciudad vive y comparte su cultura: el Museo del Carnaval, que llega a sus cinco años de existencia, consolidándose como un referente cultural en Colombia y un guardián del legado del Carnaval de Barranquilla, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Desde su apertura, el Museo del Carnaval no solo ha sido un lugar de exposición, sino un epicentro de aprendizaje, creatividad y preservación de la memoria histórica de esta festividad que define la ciudad. Entre los cinco hitos de este escenario lleno de historia se destaca:
Ser el primer espacio dedicado al Carnaval en Colombia; inaugurado con el apoyo de Carnaval de Barranquilla S.A.S. y la Alcaldía Distrital, rompió paradigmas al convertirse en el primer museo del país dedicado exclusivamente a una fiesta popular. En sus cinco años, ha recibido cerca de 250 mil visitantes, que han experimentado una inmersión única en las tradiciones, colores y sonidos del Carnaval.
Igualmente es un tesoro cultural en expansión. Entre sus piezas más destacadas están partituras originales de artistas como Pacho Galán y Esthercita Forero, máscaras centenarias y la flauta del maestro Pedro Ramayá Beltrán.
El museo cuenta con Innovación museográfica única en el Caribe. Su fachada, inspirada en el arte cinético de Carlos Cruz-Díez, es apenas el preámbulo de una experiencia museográfica sin precedentes. Con tres salas principales, ofrece un recorrido por los carnavales del mundo, un homenaje a las reinas de la festividad y exposiciones temporales que mantienen la oferta cultural siempre renovada.
Más allá de ser un espacio expositivo, el museo también impulsa la participación activa de la comunidad a través de talleres educativos, conferencias y actividades artísticas. Es un punto de encuentro para niños, jóvenes y adultos que buscan comprender y perpetuar las tradiciones del Carnaval.
Finalmente, es un apoyo fundamental para los artesanos y emprendedores locales. Su tienda y plazoleta conectan a los visitantes con productos que reflejan el alma de la fiesta, fomentando la compra responsable y promoviendo el trabajo artesanal del Atlántico.
En cinco años, el Museo del Carnaval de Barranquilla no solo ha contado la historia de una de las festividades más importantes del mundo, sino que también ha escrito la suya como un símbolo de identidad, memoria y orgullo para los barranquilleros.