En el Festival de cine de Cannes 2021, la película grabada en Colombia ‘Memoria’, se quedó con el Premio del Jurado, uno de los tres galardones más importantes del evento. Pese a no obtener el premio principal, la cinta marcó un hito, pues luego de representar al país en el festival tras más de 23 años de la nominación de ‘La vendedora de rosas’, se convirtió en la primera producción nacional en recibir este galardón, considerado por muchos como el mayor logro en la historia del cine colombiano.
La película, dirigida por el cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul, fue producida por Burning Colombia, productora de Diana Bustamante y fue beneficiaria del Fondo Fílmico Colombia, mientras que dentro del elenco se destacan actores como Aida Morales, Constanza Gutiérrez, Alberto Cardeño, Juan Pablo Urrego y Elkin Díaz.
En entrevista con Radio Nacional, el actor colombiano Elkin Díaz habló sobre su experiencia luego de participar en la cinta. Además, reflexionó acerca de la indiferencia de la realidad que se vive en Colombia.
¿Cómo fue contar a Colombia a partir de la mirada de un extranjero?
Vernos reflejados de alguna manera en esta obra de arte, porque para mi Memoria es una obra de arte, es un privilegio. Nos permitió vernos de una forma sencilla, simple y profunda sin tanta producción, sin tantos efectos especiales. Esta película cuenta la historia de Jessica, quien tiene un ruido en su cabeza que le perturba y que busca constantemente descubrir qué es lo que pasa en ella. En esa búsqueda ella se encuentra con el personaje que yo interpreto. Mi personaje la ayuda a resolver ese ‘bang’ que le retumba en su cabeza. En esos encuentros es donde se ven reflejados nuestros paisajes, nuestra idiosincrasia, nuestra cultura, nuestras costumbres. Ese reflejo para mi es una obra de arte.
¿Cómo fue el trabajo para llevar a cabo una producción tan diversa en Colombia?
La única diferencia en la manera en cómo se hace aquí, yo creo que el respeto y el trabajo laborioso de todas las personas que trabajaron alrededor de todos nosotros, cada uno en su función. No es un equipo disperso, es un equipo que respeta el trabajo de los demás. Es decir, ambiente respeta el trabajo de luces, vestuario respeta a maquillaje, así que, es una ceremonia y una solemnidad que me dejó totalmente enamorado por lo menos de esta producción. Porque mostrar a Colombia a través de la producción de la fotografía es importante, el trasladar a los actores, la seguridad para todos nosotros y para Api, y luego ya la posproducción de esta película que es lo más difícil y que se ve en el resultado.
Es inevitable preguntar qué es la memoria para usted. Se lo pregunté a Apichatpong, pero las realidades que se viven en Tailandia y en Colombia son distintas.
Api siempre habla de que son realidades muy similares, pero yo pienso que no es solo con Tailandia sino con el mundo en general. Existen realidades de injusticia, escasez, realidad de solidaridad, es como un común general de lo que estamos viviendo a nivel mundial. Aquí en nuestro tercer mundo, se siente muy fuerte, obedece a lo que estamos pasando con nuestras realidades, para no ir tan profundo. Pero sabemos que es lo más ‘arrecho’ y no hacemos absolutamente nada y eso es duro y doloroso. Al final todos sabemos qué pasa y nadie dice nada, nos quedamos callados. Eso hace parte de nuestra realidad, de nuestra memoria, y la memoria es algo que tenemos que recuperar.
Para los colombianos es inevitable pensar en la violencia y dejar de pensar en la memoria sonora de esa violencia cuando vemos la película. ¿Cómo cree que Memoria representa a Colombia?
Podría decirse que ese ‘bang’ que escucha Jessica, es ese ‘bang’ que nosotros de alguna forma estamos escuchando, pero nos hacemos los de ‘la oreja gorda’. Es esa manera de sacudirnos, de darnos cuenta y decir -oye, no debemos hacernos los tontos, debemos es recuperar nuestra memoria, pensar en nuestra historia-. Cada uno interpretará y sacará sus propias conclusiones con respecto al mensaje en sí a nuestra memoria, porque eso es al libre albedrío. Pero creo que esa es la manera en que sonoramente haremos sacudir a los espectadores, con estos ‘bang’ que van a escuchar algunos y que los pondrán a reflexionar.
¿Qué representa para Colombia recibir tantas miradas a través de una película con su exposición en Cannes? ¿Y para usted como actor?
Bueno, es un privilegio no solo para nosotros sino para el cine en general en Colombia. Es decir, llevamos dos meses con las miradas encima de lo que se está haciendo aquí en el país a través de esta película, y yo creo que es una oportunidad para las personas que hacemos cine en el país. Nos permite abrir nuestro espectro, impulsar y empezar a contar nuestras historias, para poder decir -mira esta es una película muy colombiana así sea escrita por un tailandés, es muy nuestra-. Incluso el final de esta cinta es muy nuestro, es maravilloso e inesperado, es muy nuestro. Así que, debemos aprovechar esta oportunidad. Además, con la noticia que recibimos de que hemos dado un paso camino hacia el Óscar, esperamos avanzar y llegar a esos cinco finalistas, esperar a ganar un premio. Este camino nos abre muchas más puertas.