Aunque ante la Corte Suprema de Justicia fue interpuesta una denuncia para que se investigue a los senadores Mauricio Gómez Amín y Armando Benedetti por el escándalo del millonario contrato suscrito entre el Ministerio de las TIC y Centros Poblados, ambos congresistas salieron al paso de las críticas y aseguraron que no tienen nada que ver en todo el entramado.
En el caso de Gómez Amín, el nombre del legislador ha sonado en varios medios de comunicación, luego de que tras la captura del contratista Emilio Tapia se mencionaran algunos nombres que son homónimos a los que tiene el congresista.
Sin embargo, tras los rumores, el congresista explicó que uno de los involucrados en el caso tiene el nombre de su tío Alfredo Amín, persona de la cual dijo tampoco tiene nada que ver con el hecho de corrupción.
Al tiempo, indicó que otro de los personajes mencionados en este escándalo se llama Mauricio y uno de los testigos claves tiene el apellido Gómez, razón por la cual su nombre ha salido a relucir en medio de esta situación.
Otro de los que se encuentra salpicado es el senador Armando Benedetti, quien dijo que no conoce a Emilio Tapia y tampoco ha tenido ninguna relación desde que funge como congresista. Versión diferente fue la que dio la exministra Karen Abudinen, quien aseguró que Benedetti la llamó para pedirle la cesión del contrato.
“Senador: Le refresco la memoria. Usted si me llamo, como hicieron otras personas. Su propósito fue el de sugerirme la cesión del contrato a una firma norteamericana. Mi respuesta fue tajante: Caducar el contrato. YO NO NEGOCIO, NI CEDO ANTE CORRUPTOS”, fueron las palabras de Abudinen en su cuenta de Twitter hace algunos días.