La ofensiva del ELN en el llamado “paro armado ” prosiguió este jueves luego de los ataques que dejaron ocho personas heridas el miércoles.
El foco de las acciones terroristas en las últimas horas se dieron en Curumaní, Cesar, donde guerrilleros derribaron un puente en la Ruta del Sol. De acuerdo con testigos, tres detonaciones se esucharon entre las 9:00 y 11:00 de la noche.
En Norte de Santander hubo hostigamientos a dos patrullas militares, una en Tibú y otra en Hacarí. Los uniformados atacaron con explosivos y ráfagas de fusil. En la agresión no hubo heridos
Entre tanto, en La Gabarra, corregimiento de Tibú, miembros del ELN obligaron a comerciantes a cerrar negocios ya estar en sus casas encerrados hasta nueva orden. En la noche se quemaron llantas en las vías para que no pasaran ni los carros o motos.
El ataque más grave ocurrió en el departamento de Santander, donde seis obreros y otras dos personas quedaron heridas al explotar una caja abandonada en la carretera entre las poblaciones de San Gil y Pinchote, según informó el director del Instituto Nacional de Vías (Invías), Juan Esteban Gil.
“Un artefacto explosivo detonó en el sector de San Gil-Pichote y afectó la integridad y la salud de seis de nuestros trabajadores, microempresarios, que son de las comunidades, de las Juntas de Acción Comunal rural y que participan prestando un servicio para el mantenimiento de las vías”, dijo Gil.
El pasado lunes el ELN anunció un “paro armado” de tres días que se ha sentido principalmente en los departamentos de Santander, Arauca, Norte de Santander y Cesar, así como en Cauca, regiones en las que se mantiene muy activa esa guerrilla.
Con los “paros armados” el ELN suele restringir el desplazamiento de vehículos por carreteras y la movilidad de las personas, así como el comercio, amenazando con atacar a quienes ignoren sus advertencias.