En el país, uno de cada nueve niños menores de cinco años tiene desnutrición crónica.
Según las autoridades, al menos 11 menores indígenas fallecieron en el último mes en el Alto Baudó (Chocó), por enfermedades asociadas a infecciones estomacales, respiratorias y desnutrición. Son 156 comunidades indígenas que habitan en esta zona.
Según afirmó el alcalde del municipio, Ulises Palacios, las condiciones en la prestación del servicio de salud son precarias en esta región, además que lo disperso del territorio dificulta el acceso y la atención de estas poblaciones.
“Tenemos una situación de muerte por Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) y por Infección Respiratoria Aguda (IRA) porque los niños presentan diarrea, vómito, tos ferina, unas enfermedades que ya creíamos erradicadas en Colombia, pero que persisten en nuestro territorio, y es que por ser unas comunidades rurales alejadas, se les dificulta llegar a los puntos donde están las IPS y nosotros tenemos 2.040 kilómetros y las poblaciones están a las orillas de los ríos”, dijo el mandatario.
Las comunidades indígenas de la zona, aseguran que la situación de orden público ha incrementado la desnutrición en el lugar; pues existen prohibiciones y riesgos en la movilidad por el accionar de grupos armados ilegales en esta parte del departamento.
“El tema de hambre se agudiza cada vez más, y por el confinamiento se ha restringido a las comunidades para conseguir alimentos; entonces eso hace que haya más enfermedades en los niños y por la contaminación de los ríos, también hay afectaciones en la piel”, afirmó Orlando Moya, líder de la organización indígena Wondeko.
Los líderes indican que varios promotores de salud del área, renunciaron por falta de pago convirtiéndose según ellos, en otra causa del aumento de enfermedades en los habitantes de esta zona.
Por su parte, el mandatario dijo que se encuentran articulando esfuerzos con la Secretaría de Salud departamental para mitigar la situación, especialmente en Tundó y Bundó, río Catrú donde las condiciones son más críticas.
Alerta en Antioquia tras el fallecimiento de tres niños menores de cinco años
El gobernador encargado de Antioquia, Luis Fernando Suárez expresó su preocupación, por el incremento de las muertes de niños menores de cinco años por desnutrición en el departamento, en lo que va corrido del año. El mandatario manifestó que fortalecerá diferentes programas de atención para que estos hechos no sigan ocurriendo.
“Tres muertes de niños menores de cinco años por desnutrición este año, esta es una meta que, con Maná, los Programas de Alimentación Escolar, con toda la atención a nuestra primera infancia tenemos que llevar a cero”, expreso Luis Fernando Suárez, gobernador (e).
Los menores que fallecieron en el departamento, son niños entre seis meses y cinco años que hacían parte de resguardos indígenas, los cuales viven en zonas dispersas de dos o tres días de camino.
“Era mucho más difícil para esas familias salir a la centralidad, salir a la cabecera municipal, al puesto de salud; y eso creemos que nos ha llevado a este desenlace de la muerte de estos niños y niñas”, manifestó Pedro Hoyos, secretario de Inclusión Social y Familia de Antioquia.
Además, el secretario añadió que hay “otros casos en estudios que son de los municipios de Anorí y de Turbo, son unos procesos un poquito extensos porque tenemos que investigar desde que el niño nace, si consulto crecimiento y desarrollo, si tienen vacunación completa y si tienen o no antecedentes de una enfermedad genéticas o hereditarias; para definir exactamente si mueren o no por desnutrición”.
En el país, uno de cada nueve niños menores de cinco años tiene desnutrición crónica, según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia.