El abogado Fernando Amaya, que disparó contra un ladrón y ahora enfrenta un proceso judicial por el que podría pagar nueve años de cárcel, aseguró que si llegara a vivir una situación similar, obraría de la misma manera.
El hecho de que el jurista no tuviera papeles del revólver lo tiene en graves problemas judiciales.
El hecho se registró en el norte de Bogotá y ha desatado una gran polémica entre la opinión pública por tratarse de un adulto mayor.
“Estaba en mi cuarto, descansando después del trabajo. Son las 6:00 de la tarde, oigo unos ruidos durísimos, tanto que me sobresalto, me acuerdo del revólver de mi papá, bajo y veo justamente al tipo que se está metiendo por la cocina, rompiendo el vidrio. me asusto, me defiendo, me siento en grave riesgo”, detalló sobre los hechos el hombre.
Precisó, además, que el arma es legítima y que había sido obtenida legalmente.
“Cuando mi papá muere, por efecto de la herencia, los herederos tenemos el derecho y la obligación de custodiar ese bien, de la misma manera que puede ser un vehículo o una casa. Esa tenencia está revestida de legalidad”, puntualizó.
Insistió en que el arma tiene una procedencia legal.
“Como no está a mi nombre se configura como ilegal”, indicó.
De acuerdo con Amaya, de 66 años, su reacción obedeció a la necesidad de sentir su vida en riesgo.