En un mega operativo realizado por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en más de 120 cárceles de Colombia, se descubrió una alarmante cantidad de objetos relacionados con prácticas de brujería y santería, además de otros elementos ilegales. Durante el operativo, que tenía como objetivo identificar y erradicar actividades ilícitas dentro de los centros penitenciarios, se incautaron 14 kilos de drogas, armas y materiales utilizados en rituales esotéricos.
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue la presencia de elementos utilizados en prácticas de brujería, como muñecos vudú, altares y objetos satánicos, los cuales se encontraron en diversas prisiones del país. Según el director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, estos elementos eran usados por los reclusos para crear un ambiente de miedo y disuadir a los guardias de realizar revisiones o intervenciones en sus celdas.
“Lo que más nos sorprendió fue el uso de estos elementos, que no solo tienen connotaciones místicas, sino que también buscaban generar un ambiente de intimidación hacia el personal de seguridad”, indicó Gutiérrez. Los muñecos vudú, oraciones y líquidos extraños hallados en varias celdas fueron usados para intentar espantar a los guardianes y evitar que los operativos se realizaran de manera efectiva.
En la cárcel La Modelo de Bogotá, además de los elementos de brujería, se encontraron productos alimenticios prohibidos dentro de las instalaciones, como chicles, pan, papas y dulces. El hallazgo generó desconcierto entre las autoridades, que se preguntaron cómo esos objetos habían ingresado al centro penitenciario sin ser detectados. El coronel Gutiérrez expresó que este tipo de contrabando es un fenómeno recurrente en varias prisiones del país y aseguró que están trabajando en conjunto con la Fiscalía y la Policía para identificar las redes criminales involucradas en el tráfico de estos productos.
El director del Inpec también reveló que, entre los años 2023 y 2024, más de 3.800 funcionarios de la entidad están siendo investigados por presuntos casos de corrupción. Además, se están adelantando 73 procesos con la Fiscalía para que estas investigaciones se conviertan en cargos penales. Gutiérrez subrayó la importancia de articular los esfuerzos de diversas entidades, como la Fiscalía y la Policía, para lograr capturas efectivas y garantizar un mayor control sobre las operaciones dentro de las cárceles.
“La solución pasa por mejorar la vigilancia interna, fortalecer los protocolos de seguridad y trabajar de manera más estrecha con las autoridades para desmantelar las redes que permiten estas prácticas”, añadió Gutiérrez.
Este operativo pone de manifiesto los serios problemas de control y corrupción que afectan al sistema penitenciario colombiano, además de resaltar la necesidad urgente de reformas y medidas de seguridad más estrictas para garantizar el orden en las prisiones