El canciller Luis Gilberto Murillo aseguró que los 201 colombianos deportados este martes desde Estados Unidos “no son criminales”, según verificaciones realizadas por las autoridades competentes. Entre los deportados se encuentran 21 menores de edad y dos mujeres embarazadas, quienes llegaron en buen estado de salud.
“Esta información ha sido corroborada por las autoridades competentes, siguiendo los protocolos establecidos para los vuelos de deportación. Ser migrante no es un delito”, enfatizó Murillo, refutando las declaraciones del expresidente Donald Trump, quien había calificado de “criminales” a los migrantes colombianos deportados.
El grupo llegó al país en dos vuelos coordinados entre ambos gobiernos. Según el canciller, ninguno de los deportados tiene cuentas pendientes con la justicia ni en Colombia ni en Estados Unidos, reiterando que estas personas no representan una amenaza de seguridad.
Murillo subrayó que es fundamental proteger los derechos de los migrantes y continuar trabajando en acuerdos que permitan una migración ordenada y respetuosa de la dignidad humana.
El Gobierno Nacional reiteró su compromiso con la asistencia a los colombianos retornados, asegurando que contarán con apoyo para su reintegración al país. Además, el canciller insistió en que la migración irregular debe abordarse desde una perspectiva humanitaria.
Este episodio reabre el debate sobre el trato a los migrantes colombianos en el exterior y la necesidad de fortalecer políticas bilaterales que garanticen sus derechos.