La masacre de los pastores Marlon Lora y Yurlay Rincón, junto a sus hijos Ángela y Santiago, ocurrida el 29 de diciembre de 2024 en Aguachica, Cesar, fue el resultado de una confusión en un ataque dirigido contra alias ‘La Diabla’, una mujer vinculada al narcotráfico.
Según la Fiscalía, el crimen fue planeado en Barranquilla por orden de un narcotraficante preso y ejecutado en Aguachica por Jairo Andrés Miranda, José Miguel Leal, Jorge Valderrama y Leonardo Barraza, quienes fueron capturados en Norte de Santander.
La investigación reveló que el objetivo era ‘La Diabla’, pareja de alias ‘El Calvo’, asesinado el 27 de diciembre en El Banco, Magdalena. La mujer se encontraba en una funeraria velando a su esposo cuando los sicarios comenzaron a seguirla.
El 29 de diciembre, los sicarios ubicaron su camioneta cerca de un restaurante, justo cuando la familia pastoral almorzaba tras un culto en la Iglesia Príncipe de Paz. Confundiendo a las víctimas con su blanco, José Miguel Leal disparó contra Marlon, Ángela, Santiago y Yurlay, matando a tres de ellos en el acto. El niño Santiago falleció dos días después en una clínica.
‘La Diabla’ logró escapar, aprovechando la confusión tras los disparos. Un testigo intentó detener a los sicarios, hiriendo a uno, pero todos lograron huir.
La indignación en Aguachica desató marchas y protestas exigiendo justicia. La Policía Nacional analizó 300 horas de grabaciones y, con agentes de Barranquilla, Bogotá y Bucaramanga, identificó y capturó a los asesinos.
Meses después, en enero de 2025, alias ‘La Diabla’ fue asesinada en Medellín, mientras intentaba mantener un perfil bajo.