El presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), Alejandro Castañeda, dijo que la generación térmica de energía se constituye en el plan B para que no haya problemas de suministro en caso de que el proyecto Hidroituango no entre a operar en 2022.
La idea es que el país cuenta con el respaldo de las plantas termoeléctricas, cuyo aporte al Sistema Eléctrico Nacional será reforzado con la entrada de nuevas unidades.
En ese sentido expresó que para los años 2023 y 2024 se contará con la ampliación de las plantas de Termoyopal y Termovalle y en 2022 entrarán a operar los proyectos “Tesorito” con una capacidad de 200 megavatios y el cierre del ciclo de Termocandelaria, con 250 megavatios nuevos.
También advirtió que, si la hidroeléctrica de Ituango no entra en operación en 2022, el déficit de energía se comenzará a sentir en 2024 y 2025. “Ello implicará que haya necesidad de convocar a una nueva subasta de Cargo por Confiabilidad con el propósito de incrementar la generación y lograr superar ese período que sería el más críticos”, anotó Castañeda.
Aseguró que de ninguna manera la utilización de más energía generada con gas natural o carbón incidiría en el incremento de las tarifas.
Propuesta inconveniente
En el reciente Congreso de Naturgas, el presidente de Andeg, insistió en la inconveniencia de la propuesta normativa contenida en la Resolución 133 de 2021, de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), que propone una modificación al Cargo por Confiabilidad, bajo el concepto de “esquema competitivo para asignación de obligaciones de energía firme a plantas existentes”.
Casteñada dice que esta propuesta “Pone en riesgo no solo el funcionamiento del mercado eléctrico, sino la permanencia de las plantas de generación existentes al plantear una modificación al esquema del cargo por confiabilidad que afecta la predictibilidad en las señales de inversión”.
Dice que este concurso que se pretende hacer “Pone en riesgo la confiabilidad del sistema, ya que, para el caso de plantas existentes, que no cuentan con ingresos adicionales al Cargo por Confiabilidad, se motivaría una salida anticipada del mercado eléctrico, con lo cual, frente a un escenario de hidrología crítica y estrechez en el balance energético por cuenta del retraso en la entrada de proyectos, se pueden materializar riesgos en el suministro de energía en Colombia”.
Andeg reiteró en que es fundamental proteger los pilares del mercado eléctrico, evitando la implementación de instrumentos que pueden romper el adecuado funcionamiento de éste, por esto propone llevar a cabo un análisis completo de costo – beneficio y de impacto regulatorio de la propuesta normativa, considerando escenarios energéticos, de formación de precio de energía, y sus efectos sobre la cadena de electricidad y de gas natural.
“Se debe analizar la propuesta en el marco del balance del mercado de energía del país, asegurando una discusión regulatoria integral, considerando la confiabilidad, calidad y continuidad en la prestación del servicio de energía en Colombia, teniendo en cuenta las señales de inversión”, puntualizó el ejecutivo.