La canciller de Colombia, Laura Sarabia, planteó ante la Comisión de Estupefacientes de la ONU la exclusión de la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas, argumentando razones científicas y prácticas.
La propuesta, presentada en el marco del 68º período de sesiones de la Comisión en Viena, busca cambiar el enfoque global sobre la lucha contra el narcotráfico sin desmantelar los esfuerzos de erradicación de cultivos ilícitos.
Sarabia enfatizó que la hoja de coca no es lo mismo que la cocaína y que su exclusión de la lista de estupefacientes permitiría explorar usos industriales y medicinales. “La hoja de coca no es cocaína. No estamos promoviendo su legalización, sino proponiendo que se analicen sus usos legítimos en industrias como la alimenticia y la farmacéutica”, señaló la canciller en su intervención.
Un respaldo científico a la propuesta
El Gobierno colombiano ha solicitado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) un estudio que respalde esta iniciativa. Este informe, que se espera para finales de 2025, servirá como base para la discusión en la Asamblea General de la ONU en 2026.
Sarabia explicó que la propuesta es parte de una estrategia más amplia para encontrar alternativas sostenibles en la lucha contra el narcotráfico. “Hemos gastado miles de millones de dólares en la erradicación y la guerra contra las drogas, pero el problema sigue vigente. Es hora de analizar enfoques diferentes sin descuidar la seguridad y el control de la producción ilegal”, añadió.
Alternativas para las comunidades afectadas
Además de la revisión del estatus de la hoja de coca, la canciller destacó la necesidad de ofrecer alternativas económicas a las comunidades que han dependido de su cultivo. El Gobierno busca promover iniciativas productivas, como el cultivo de cacao y café en zonas tradicionalmente afectadas por el narcotráfico, como el Catatumbo y el Cañón del Micay.
“El narcotráfico ha frenado el desarrollo en nuestro país, ha victimizado a millones de campesinos y ha financiado a grupos armados ilegales. Es imperativo explorar nuevas estrategias que permitan brindar oportunidades económicas a las comunidades rurales y reducir la dependencia de los cultivos ilícitos”, subrayó Sarabia.
Próximos pasos en la discusión global
La propuesta será debatida en la Asamblea General de la ONU en marzo de 2026, una vez se conozcan los resultados del estudio de la OMS. Mientras tanto, Colombia seguirá promoviendo el diálogo con otros países para buscar consenso en torno a esta iniciativa.
El Gobierno colombiano insiste en que esta medida no debilita la lucha contra el narcotráfico, sino que busca alternativas que permitan abordar el problema desde un enfoque más integral y basado en evidencia científica.