La exministra Karen Abudinen involucró en la mañana de este lunes al senador Armando Benedetti en el escándalo en el que ella también es una de las protagonistas.
La exfuncionaria abrió un nuevo capítulo en el caso de consecuencias imprevisibles porque no solo toca a uno de los miembros del Congreso, sino a una de las figuras más mediáticas de la oposición.
Al ser mencionado en el escándalo negó cualquier nexo con Emilio Tapia y con el hecho de que él hubiera llamado cuando había explotado el caso.
Dijo que él fue uno de los denunciantes de las irregularidades en la contratación que desarrollaba el ministerio.
“Su propósito fue el de sugerirme la cesión del contrato a una firma norteamericana. Mi respuesta fue tajante: caducar el contrato. Yo no negocio ni cedo ante corruptos”, afirmó la exfuncionaria en su cuenta de Twitter sobre la supuesta llamada.
Bendetti, por su parte, aceptó que sí hizo la llamada a la ministra, pero negó que ésta tuviera un propósito para cometer una irregularidad.
“Tengo un Twitter de 6 o 7 de diciembre en el que digo si es verdad que están torciendo la licitación. Los mismos asesores del Ministerio de Comunicaciones estaban diciendo que había cosas sospechosas en ese contrato”, aseguró.
Benedetti añadió que, en ese momento, llamó a la ministra para advertirle de los rumores que existían: “Yo no la estaba llamando para felicitarla. La estoy llamando porque ella estaba privilegiando a unos intereses privados”.
“Esto es un show mediático para distraer lo que es realmente grave”, puntualizó Benedetti en la emisora.