Erika Yanira Morales, de 20 años, ha solicitado la eutanasia tras quedar cuadripléjica debido a un fuerte golpe en la cabeza que sufrió a los 17 años en una discoteca. La joven pasó un año y siete meses en una UCI en estado de inconsciencia y, aunque despertó, su condición es irreversible.
Según Tatiana Morales, hermana de Erika, el impacto le causó “un infarto cerebral con secuelas múltiples severas”, dejándola sin movilidad. Aunque no puede hablar ni moverse, se comunica con su familia mediante una cuadrícula con el abecedario, señalando con sus ojos. A través de este método, les ha expresado el intenso dolor que sufre y su deseo de acceder a la eutanasia.
Su madre, Alba Morales, y su hermana han acompañado su proceso, aunque Tatiana admite lo difícil que ha sido aceptar la decisión. “Para mí es muy duro porque no estoy preparada para que mi hermana parta. Es difícil, pero con el tiempo ya lo acepté”, expresó en redes sociales.
La familia ha denunciado fallas en la atención médica de Erika, señalando que la IPS donde está internada no le brinda los cuidados adecuados. “Es un paciente consciente, necesita otro tipo de atención”, afirmó su hermana.
A pesar de que han solicitado la eutanasia a la EPS Emssanar, la entidad se ha negado a realizar el procedimiento y no ha dado una respuesta clara sobre la solicitud. Mientras tanto, Erika y su familia siguen enfrentando las barreras del sistema de salud en su búsqueda de una muerte digna.