En sus palabras, Bolívar destacó cómo el gobierno ha logrado mejorar su comunicación a través de influencers y otros canales alternativos. Según él, estas campañas han tenido un efecto positivo en la percepción pública, especialmente en las redes sociales, donde la población cada vez confía menos en los medios tradicionales y se orienta más hacia los influenciadores que apoyan al Gobierno. “Sí, tiene que ver con un cambio en las comunicaciones. Ahora creo que el Gobierno está empezando a comunicar mejor que antes”, indicó Bolívar, destacando que los ataques sistemáticos contra los medios mencionados han logrado disminuir su audiencia. “Toda esta campaña contra Caracol, RCN, Semana —terrible—, pues ha dado resultado”, reconoció el funcionario.
Las declaraciones de Bolívar son especialmente relevantes debido a los constantes ataques que los seguidores y algunos influenciadores del petrismo han lanzado en redes sociales contra los medios que han revelado denuncias de corrupción relacionadas con el Gobierno. Este tipo de campañas no son nuevas, ya que se han dado en el contexto de críticas a la gestión de Petro, especialmente cuando los medios sacan a la luz investigaciones que afectan su imagen. La directora de Semana, Vicky Dávila, ha sido una de las más atacadas por los seguidores del Gobierno, muchos de ellos con vínculos con el aparato estatal.
En otro momento de la conversación, Bolívar mencionó su interés en contratar influenciadores para “desmentir las calumnias de la oposición” y promover la imagen del gobierno. En un trino reciente, el director del DPS expresó su búsqueda de influenciadores para “hacer pedagogía en temas que un sector de la prensa tergiversa” y comunicar los logros de su administración. Este tipo de estrategia recuerda a la dinámica que se vivió en la campaña presidencial de 2022, cuando, a través de los llamados ‘petrovideos’, se evidenció un plan para atacar a los opositores políticos con el fin de favorecer la candidatura de Gustavo Petro.
En ese entonces, los videos filtrados mostraron al actual embajador de Colombia en Chile, Sebastián Guanumen, dando instrucciones claras sobre cómo atacar a los rivales políticos de Petro, en particular al entonces candidato Federico Gutiérrez. En uno de los vídeos, Guanumen proponía una campaña de desprestigio que incluía ataques a la imagen personal de Gutiérrez, sugiriendo que se lo relacionara con escándalos de mujeres y se lo presentara como un “depravado”. Estas estrategias, según las filtraciones, también involucraban a influenciadores cercanos al petrismo para amplificar los mensajes en redes sociales.
Lo más impactante es que Semana también fue uno de los blancos principales de estas campañas. Según una fuente interna, la instrucción para atacar a este medio de comunicación fue clara: “Se fueron con todo contra ustedes”, en referencia a los reportajes de la revista que destaparon las estrategias de la campaña presidencial de Petro. Los ataques, según los informes, se orquestaron desde diversas cuentas en redes sociales y grupos de WhatsApp vinculados al petrismo, incluyendo influenciadores como Alejo Vergel y el programa Wally Opina, cuyo director, Walter Rodríguez, y varios miembros de su equipo habrían recibido contratos gubernamentales en RTVC y otras entidades.
Este tipo de revelaciones sobre las tácticas de comunicación del gobierno no solo pone en evidencia el uso de recursos públicos para atacar a los opositores, sino que también subraya el creciente control sobre los medios de comunicación y las narrativas en las redes sociales, buscando deslegitimar cualquier crítica hacia el Gobierno. La confesión de Bolívar sobre la eficacia de esta estrategia de desinformación, así como su enfoque en la contratación de influenciadores, abre un debate sobre el uso ético de los recursos del Estado y el papel de los medios en la vigilancia de los poderes públicos.
Por ahora, la discusión sigue en pie sobre el impacto de estas campañas y si las denuncias de corrupción seguirán siendo un tema tabú o si la presión de los medios de comunicación y la opinión pública lograrán frenar este tipo de prácticas. Lo cierto es que la relación entre el gobierno de Petro y los medios críticos está cada vez más marcada por tensiones y acusaciones mutuas, mientras que las voces opositoras insisten en que la verdad debe prevalecer, sin importar los intentos por silenciarla.
SEMANA conoció un video en el que el director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, reconoce que se ha puesto en marcha una campaña de desprestigio contra varios medios de comunicación y que ha dado resultado.
En una conversación virtual, desde Cali, hace pocos días, y al analizar una reciente encuesta pagada por el propio gobierno, en la que el presidente Gustavo Petro registró una imagen favorable del 51 %, Bolívar anotó: “Sí, tiene que ver con un cambio en las comunicaciones. Ahora yo creo que el gobierno está empezando a comunicar mejor que antes. Todos los influencers han tenido mucha más credibilidad y la gente está empezando a mirar noticias es a través de ellos. Todas estas campañas que se han hecho contra Caracol, RCN, SEMANA —terrible—, pues han dado resultado. Y es que la gente deje de consumir esos productos que son los que día y noche están boleándole al presidente, etcétera. Bueno, ese es el panorama, yo creo que es positivo”, aseguró Bolívar.
Esto llama la atención porque en redes sociales son constantes los ataques en contra de los medios de comunicación que revelan denuncias de corrupción sobre el Gobierno Petro. En el caso de SEMANA, varios de los seguidores e influenciadores del petrismo —muchos de ellos con contratos en el gobierno— han arremetido en contra de este medio y de su directora, Vicky Dávila.