Colombia enfrenta una nueva ola de violencia en varias regiones del país, tras la muerte de alias “Chirimoya”, líder de las disidencias de las Farc. Grupos armados ilegales, como el Clan del Golfo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc, han intensificado sus ataques, dejando a varios departamentos en alerta máxima.
Confinamientos y amenazas en diversas regiones
En las últimas horas, se han registrado varios ataques armados en zonas rurales, principalmente en el noreste y el sur del país. Estos hechos han causado el confinamiento de cientos de personas en localidades afectadas por la violencia, mientras que las comunidades reciben constantes amenazas por parte de los grupos armados, que advierten sobre nuevas acciones de retaliación.
La muerte de alias “Chirimoya”, uno de los líderes más importantes de las disidencias de las Farc, ha desatado una serie de enfrentamientos violentos, especialmente en áreas donde el grupo armado tiene presencia, como el Cauca, Nariño y el Chocó.
Suspensión de diálogos con el Gobierno por parte de las Autodefensas de la Sierra
En medio de esta escalada, las Autodefensas de la Sierra, un grupo armado ilegal que opera en la región de la Sierra Nevada, anunciaron la suspensión de los diálogos con el Gobierno. La decisión se tomó tras recientes enfrentamientos con el Ejército en la zona, lo que agrava aún más la situación de orden público en la región.
El conflicto entre los grupos armados ilegales y las fuerzas del orden ha generado un aumento en las tensiones en diversas zonas del país, afectando la seguridad de los habitantes y poniendo en riesgo el proceso de paz que se ha venido desarrollando en los últimos años.
Llamados al cese de hostilidades y la protección de los civiles
El Gobierno colombiano, por su parte, ha condenado la violencia y reafirmado su compromiso con la paz. A través de un comunicado, el presidente Gustavo Petro hizo un llamado urgente a los grupos armados para que cesen las hostilidades y respeten los derechos humanos de la población civil.
En este contexto, la situación de orden público sigue siendo una preocupación para las autoridades y la población colombiana, que enfrenta un panorama incierto en medio de los constantes enfrentamientos entre grupos ilegales y el Estado.