La escalada de precios con que los colombianos se han encontrado a comienzos del 2022 puede que haya sorprendido al común de la población, pero no a los expertos.
Ahora cuando los padres de familia se enfrentan a incrementos de hasta el 50% en los precios de los útiles escolares, o a las alzas en las matrículas de colegios y universidades, los hogares están sintiendo todo el rigor del aumento de la inflación que mide el costo de vida.
Aunque el Gobierno y los principales gremios tienen una explicación para el aumento del Índice de Precios al Consumidor, sobre todo por el alto precio que los importadores y productores deben pagar por las materias primas que se traen desde el exterior, en el trasfondo de esta escalada hay otros indicadores que están presionando las alzas tanto de alimentos, gasolina, peajes y otros servicios.
Para Juan Pablo Espinosa, jefe de invetigaciones de Bancolombia, hay en el panorama otros elementos: el efecto de indexación causado por el aumento de 10,07% en el salario mínimo y la inflación de 5,62% al cierre de 2021, la disipación del efecto bajista que generaron las jornadas sin IVA, la mayor escasez de insumos y bienes finales y la reactivación del impuesto al consumo.
Se trata, sin dudas, de una perspectiva desafiante para los hogares, en particular los de menores ingresos, que están experimentando un acelerado incremento en el costo de vida. Pero también es una coyuntura que, una vez más, pondrá a la Junta del Emisor en la disyuntiva de mantener el ritmo de aumentos en las tasa de intereses.
Pero esta situación que vive Colombia no es exclusiva. El aumento de los precios ha golpeado al mundo y el caso más notorio es el de EE.UU., en donde la variación anual de 7% registrada a finales del año anterior no se observaba hace casi cuatro décadas, por cuenta de una aceleración de los principales grupos del IPC.
Según los analistas, para este primer mes del año en Colombia, se estima una variación mensual de los precios de 1,3%, la más alta para el primer mes del año desde que se implementó el régimen de inflación objetivo.
Esta proyección, que supera en más de 40 puntos básicos al consenso del mercado según la encuesta del Banco de la República (0,89%) implica que el cambio de 12 meses llegaría a 6,56%.