En una sesión maratónica de más de cinco horas, la Comisión Séptima del Senado decidió archivar definitivamente la Reforma Laboral propuesta por el gobierno del presidente Gustavo Petro, alegando razones de inconstitucionalidad. La votación, que tuvo lugar este martes, dejó en evidencia la polarización entre las distintas fuerzas políticas en torno a este controversial proyecto.
La sesión se llevó a cabo con un fuerte dispositivo de seguridad en los alrededores del Senado, mientras las marchas convocadas por el Gobierno en defensa de la reforma se aproximaban. A pesar de las tensiones externas, el debate se centró en las implicaciones legales de la reforma, con la participación de congresistas de diversas bancadas y del Ministro de Trabajo, Antonio Sanguino.
La presidenta de la Comisión, Nadia Blel, abrió la jornada pidiendo respeto por la sesión antes de conceder tiempo a cada senador para exponer su posición. La senadora ponente, Lorena Ríos, fue una de las primeras en argumentar que la reforma contenía varios puntos inconstitucionales y presentaba inconsistencias en sus artículos.
Uno de los senadores más críticos del proyecto, Miguel Ángel Pinto, argumentó que la reforma debería haberse tramitado mediante un acto legislativo debido a sus implicaciones en el Código Sustantivo del Trabajo. Pinto también rechazó que el gobierno se atribuyera el mérito del regreso de las horas extras, una propuesta que, según él, ya había sido rechazada en otras ocasiones.
Por su parte, la senadora Esperanza Andrade consideró que la reforma era “inconveniente” al aumentar los costos laborales para los empleadores. También cuestionó la falta de evidencia técnica que demostrara que la reforma reduciría la informalidad laboral.
Mientras tanto, los senadores del Pacto Histórico, como Ferney Silva, defendieron el proyecto, rechazando las acusaciones de inconstitucionalidad. Silva subrayó que las críticas eran “contradicciones” y destacó que la reforma no debía ser considerada regresiva, ya que beneficiaría a los trabajadores colombianos.
Otros miembros del Pacto Histórico, como Wilson Arias y Martha Peralta, también expresaron su desacuerdo con la decisión, calificando las críticas como “contradictorias” y lamentando el archivo del proyecto. Peralta, en particular, aseguró que el archivo de la reforma representaba “una oportunidad perdida para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores”.
Finalmente, la senadora de la oposición, Paloma Valencia, hizo un llamado a la concertación para lograr una reforma laboral que verdaderamente beneficiara a todas las partes involucradas.
El archivo definitivo de la reforma deja abierta la puerta a nuevos intentos de reforma laboral, aunque los conflictos entre las distintas facciones políticas persisten, marcando un nuevo capítulo en el debate sobre las condiciones laborales en Colombia.