A oscuras quedó gran parte de Barranquilla y amplios sectores del Atlántico tras el paso de la onda tropical número 38 de la temporada, la cual no solo atrajo intensas lluvias, sino vientos huracanados que derribaron árboles, partieron ventanas y dejaron sin luz a varios sectores.
En principio las brisas llegaron como corrientes de aire frío que parecían refrescar el ambiente, luego de calurosos días en los que la sensación térmica superó los 40 grados.
Sin embargo, en cuestión de minutos los vientos tomaron fuerza y causaron pánico en la ciudadanía que no hallaba dónde mantenerse a salvo.
Alexander Martínez, meteorólogo del Ideam, indicó que la onda tropical transita por la parte central del mar Caribe colombiano, por lo que sus efectos se han sentido principalmente en los departamentos de Magdalena, Bolívar y Atlántico, siendo que en este último se reportaron vientos cercanos a los 70 km/h.
El Ideam advierte que estas condiciones podrían mantenerse en las próximas horas e, incluso, se esperan lluvias en la mañana del martes y nuevamente precipitaciones entre ligeras y moderadas hacia la tarde.
Las autoridades, junto a los organismos de socorro, se encuentran haciendo un barrido para habilitar las vías que quedaron bloqueadas por la caída de árboles, restablecer el servicio de energía, cuantificar los daños y organizar la entrega de ayudas.