A la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Barranquilla llegaron ‘energías limpias’ para ganarle la batalla a las altas tarifas de energía que tenían al padre Luis Carlos Morillo pagando hasta $8 millones mensuales por el servicio de electricidad.
La situación lo tenía desesperado, pues justo cuando llegó recién trasladado a este templo para fungir como párroco, en enero de este año, el valor del kilovatio hora se disparó por las alzas en el mercado generador de energía y por la incorporación del cobro de la Opción Tarifaria, pero Dios le iluminó el camino entre las oraciones para que no tuviera que celebrar la eucaristía con velas y sin micrófono.
Luego de un par de reuniones con sus feligreses, y de evaluar la relación costo y beneficio, llegó a la conclusión que lo mejor era instalar paneles solares en el amplio techo de la casa parroquial.
“Nos estaba llegando un recibo por unos $8 millones de pesos mensuales. Nos sentamos con la comunidad y miramos la posibilidad de hacer un proyecto a largo plazo, para el que se hizo un millonario crédito, con el fin de encontrar los recursos que sabemos que vamos a recuperar en unos tres o cuatro años, pues solo es reemplazar todo lo que estábamos pagando en facturas, para aportarlo al préstamo”, comentó el padre.
Según los cálculos del sacerdote, esta jugada le permitirá anotarse un gol que vale por dos, pues no solo bajará su factura en más de un 98% al quedar solo con el pago de los impuestos de alumbrado público y tasa de seguridad, sino que también acordó con la empresa Air-e venderle el excedente de lo que produzcan estos paneles, a cambio de tener suministro del servicio durante las noches.
El cálculo es que con los aires acondicionados prendidos y con todo el consumo a full, solo gastamos el 60% de lo que producen los paneles. El resto se lo damos al sistema y ahí sacamos cuentas a partir de lo que se utilice en la noche”, explica el párroco.