La alarmante cifra de 262 homicidios en Barranquilla y su área metropolitana en lo que va de 2024 ha encendido las alertas de las autoridades y la ciudadanía. Esta cifra, que representa un aumento del 21% en comparación con el mismo periodo del año anterior, tiene un trasfondo complejo y tenebroso que el periodista Jean Pierre Serna López ha desentrañado en su más reciente análisis.
Serna López destaca que la escalada de violencia en la región está ligada a la actividad de dos figuras centrales en el mundo del crimen: Jorge Eliécer Díaz Collazos, conocido como “Castor”, y Digno José Palomino. Ambos, originarios de barrios populares de Barranquilla, comenzaron su andanza criminal en 2013 al integrarse a los Rastrojos Costeños, una filial de los Rastrojos del Valle del Cauca. Su ambición los llevó a formar su propia organización criminal, conocida como “Los Costeños”, con Castor como cabecilla y Palomino como segundo al mando.
El poder de Los Costeños creció exponencialmente, extendiendo su influencia a municipios cercanos como Soledad, Malambo y Galapa. Sin embargo, la presión de las autoridades en 2018 llevó a Castor y Palomino a buscar refugio en Venezuela. Aunque Castor fue capturado en 2019, Palomino continuó operando desde su escondite venezolano hasta su captura en diciembre del mismo año.
Desde entonces, el conflicto entre las facciones ha intensificado la violencia en la región. En 2022, la ruptura entre Palomino y Castor desencadenó una sangrienta guerra. Palomino buscó formar una alianza con el Clan del Golfo, pero esta estrategia resultó en un enfrentamiento directo con esta poderosa organización criminal.
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1. Estas son las causas del incremento de homicidios en Barranquilla.
En lo que va corrido de 2024 van 262 asesinatos, un 21 % más que en el mismo periodo del año anterior.
La cifra es aterradora, pero tiene un trasfondo tenebroso del que muy pocos conocen los detalles pic.twitter.com/9LEmpMPeUR— Jean-Pierre Serna (@jpserna) August 9, 2024
El impacto de las estructuras criminales
La llegada del Clan del Golfo y la incursión de los Pachenca han desatado una guerra territorial brutal. Cuatro grupos criminales se disputan el control del territorio, utilizando homicidios como una herramienta de intimidación y ajuste de cuentas. De los 258 homicidios reportados, 165 fueron resultado de disputas territoriales, 34 por control de expendios de drogas, y 10 por conflictos entre extorsionistas.
A pesar del aumento en los homicidios, Serna López destaca que las autoridades han logrado avances significativos en la lucha contra la delincuencia. Las capturas de extorsionistas han aumentado, y las denuncias por extorsión se han incrementado, reflejando una mayor confianza en las instituciones. Además, se ha registrado una disminución en los homicidios por atracos y otros delitos.
Las autoridades locales han respondido con un incremento en los recursos y la tecnología disponible para combatir el crimen, incluyendo la instalación de cámaras de seguridad y la adquisición de equipos especializados para la Policía Metropolitana de Barranquilla.
El llamado a una solución integral
Serna López concluye que el problema de la violencia en Barranquilla tiene múltiples orígenes y requiere un enfoque integral. Si bien las autoridades locales están realizando esfuerzos significativos, el apoyo del Gobierno Nacional es crucial para abordar la problemática en su totalidad. Los líderes criminales, aunque recluidos en cárceles de máxima seguridad, mantienen comunicaciones con sus redes y continúan influyendo en el crimen local.
La situación en Barranquilla deja a la vista de todos, la necesidad de hallar e implementar una estrategia efectiva coordinada que combine acciones locales y nacionales para erradicar las estructuras criminales que perpetúan la violencia en la región.