Al cierre del Primer Congreso Internacional de Prevención y Manejo de Diabetes en Tiempos de Pandemia, el Distrito de Barranquilla reafirmó que así como no baja la guardia con el COVID-19 tampoco lo hace con la diabetes y mantiene activos programas y acciones de prevención y control de esta enfermedad.
El congreso, organizado por la Alcaldía de Barranquilla, World Diabetes Foundation, la Federación Diabetológica Colombiana, Fundación Vida Nueva y varias universidades de la ciudad, se realizó digitalmente a través de las plataformas de YouTube y Facebook, con participación expertos nacionales e internacionales de Colombia, Suiza, España, Estados Unidos, México, Cuba, Costa Rica, Venezuela, Perú, Ecuador, Argentina y Chile.
Desde el año 2012, la Alcaldía de Barranquilla implementó un conjunto de actividades intensivas para la prevención y control de la diabetes a través del Programa Vida Nueva, cuya fase de extensión inició a toda la región Caribe y a la ciudad de Cali.
“Es clave destacar que la lucha contra la COVID-19 en Barranquilla ha implicado un amplio despliegue de esfuerzos y reconocimientos hasta la fecha, la Secretaría Distrital de Salud no ha bajado la guardia en otras patologías que representan porcentajes altos en letalidades a nivel mundial y en la ciudad. Casos puntuales de las enfermedades crónicas, como la diabetes, una de las que más se asocia con altas tasas de mortalidad en personas infectadas con el nuevo coronavirus”, afirmó el secretario de Salud, Humberto Mendoza.
La diabetes es una enfermedad milenaria que, según la Federación Internacional de Diabetes-IDF-, actualmente la padecen 460 millones de personas en el mundo, y la cifra sigue en ascenso. En Colombia existen al menos 3 millones de diabéticos, y en Barraquilla la cifra pasaría de 60.000. “Esta es una realidad que no podemos tolerar más”, dijo el funcionario. “Hemos avanzado, pero debemos seguir y fortalecer ese camino, por eso hemos convocado desde Barranquilla a todos los actores del sistema en la región, a unir esfuerzos para aplanar esa curva, esa otra pandemia en la cual Barranquilla no debe bajar la guardia”, agregó Mendoza.
La Secretaría Distrital de Salud lideró un conjunto de actividades en el marco del Día Mundial de la Diabetes, instaurado por la Organización de las Naciones Unidas en el año 2007, y que se conmemora cada 14 de noviembre. Una de esas actividades fue la organización del citado congreso, entre el 9 y el 13 de noviembre, que mantuvo conectados a 4.000 participantes y 63 conferencistas de América y de la Unión Europea.
“Es la primera vez que la Alcaldía de Barranquilla realiza un evento científico de esta magnitud e importancia” manifestó el funcionario.
En el congreso se presentó un meta-análisis de más de 30 estudios de todo el mundo, concluyendo que un paciente con diabetes tiene 4.6 veces más probabilidad de ingresar a UCI que una persona sin diabetes, 2.6 veces más probabilidades de morir, y que incluso tal amenaza puede incluir una población mayor dado que personas con glucemia alta, pero que aún no alcanzan a ser consideradas como diabéticas, presentan también altísimas probabilidades de desenlaces fatales.
“También se observó que estos indicadores son impulsados por los casos de diabetes no controlada, por lo cual la letalidad para estos pacientes reside en el mal control glucémico”, explicó.
Una de las grandes conclusión del congreso fue que la mejor forma de evitar que un diabético se complique severamente con el COVID-19 es evitando su contagio, y que la presencia de ese virus ha tornado imperativo mantener siempre bajo control la glucemia en los pacientes con esta enfermedad. “Este es un mensaje muy importante de la comunidad científica que esperamos sea tenido en cuenta por los actores del sistema, la población con diabetes y la población en riesgo de desarrollarla”, concluyó el secretario distrital de Salud.