El Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Pablo Emiro Salas, denunció públicamente que en los cementerios Parque Cementerio Universal y Parque Cementerio Los Olivos se estarían ofreciendo ceremonias religiosas católicas por parte de ministros no pertenecientes a la Iglesia Católica.
Según Monseñor Salas, estos actos religiosos se realizan sin el conocimiento o consentimiento de los familiares, quienes son católicos, y sin informarles que los oficiantes no son sacerdotes auténticos de la Iglesia Católica.
En una rueda de prensa, el Arzobispo lamentó la recurrencia de esta práctica en la ciudad y el departamento, advirtiendo que esta acción vulnera los derechos de los feligreses a recibir un servicio religioso legítimo. “Muchos se encuentran con que un ministro distinto, sin dar explicaciones, oficia las exequias, violando las creencias de los difuntos y de sus seres queridos”, señaló Salas.
“Allá llega usted con su ser querido para las exequias, y de pronto recurren a cualquiera sin preguntarle a usted y sin esa persona decir qué tipo de pastor o de sacerdote es”, indicó.
La controversia se avivó tras un incidente con un sacerdote de la Iglesia Episcopal Anglicana, quien acusó a Salas de impedirle ofrecer un servicio religioso en el cementerio Jardines de la Eternidad. Salas aclaró que su Iglesia actúa “en obediencia al Papa Francisco” y es respetuosa de la libertad religiosa, pero enfatizó que el derecho a la libertad religiosa no debe usarse para engañar a los fieles.
Frente a esto, el Arzobispo aclaró que él “no es el dueño del cementerio Jardines de la Eternidad. Cuando nos pidieron el servicio como Iglesia Católica, allá nos asignaron un lugar. De la misma forma, ellos deben asignárselo a las demás confesiones o entidades religiosas que lleguen”.
El Arzobispo exigió la intervención de las autoridades, en especial de la Oficina de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior, para investigar las posibles irregularidades. Según él, estas prácticas podrían constituir delitos como falsedad personal y el ofrecimiento engañoso de servicios, de acuerdo con el Código Penal Colombiano.
Monseñor reiteró que la Iglesia Católica que representa en el Atlántico actúa “en obediencia al Papa Francisco” y es respetuosa del derecho constitucional a la libertad religiosa. Sin embargo, subrayó que ese derecho tiene límites y exigió transparencia.
“Nunca se nos ocurrirá a nosotros presentarnos ante los fieles de otra identidad religiosa simulando lo que no somos. Hasta allá no llega el derecho a la libertad religiosa, ni tampoco el alcance de la personería jurídica”, afirmó con contundencia.
Monseñor Salas también hizo un llamado a los fieles católicos del Atlántico a estar atentos y exigir la verificación de las credenciales de aquellos que ofrezcan servicios religiosos, garantizando así que solo los sacerdotes auténticos de la Iglesia Católica oficien los sacramentos.