Como consecuencia de la ocupación que tienen actualmente las camas UCI en Barranquilla, el alcalde Jaime Pumarejo Heins dio por terminada la alerta hospitalaria naranja en Barranquilla y mantiene la alerta amarilla decretada por la emergencia sanitaria a nivel nacional.
Este jueves 30 de julio, Barranquilla tuvo una ocupación histórica de 52% de camas UCI, derivada de una alta capacidad instalada y una disminución progresiva en los usos de pacientes confirmados o sospechosos de COVID-19, lo que permite que el sistema hospitalario opere bajo alerta amarilla y así liberar unidades de cuidados intensivos para atender otras patologías.
Al hacer el anuncio, el alcalde Pumarejo hizo énfasis en que “esto no significa que vamos a bajar la guardia. Por el contrario, ahora vamos a estar más vigilantes de todo el sistema y de sus indicadores y mantener el autocuidado en las casas, las cuadras, los barrios. Nos costó mucho bajar estos indicadores y no vamos a permitir que vuelvan a subir”.
El mandatario distrital explicó que “por eso, la reapertura económica de la ciudad seguirá siendo gradual, segura y responsable. Si bien somos optimistas frente a las cifras que hoy registramos, aquí no hay nada escrito. Hasta tanto no podamos declarar a la ciudad libre de COVID-19, o aparezca la vacuna que hoy desarrollan laboratorios y universidades del mundo, nos mantendremos de pie, librando esta batalla incesante”.
La alerta naranja regía en Barranquilla desde el 15 de junio pasado, cuando las tasas de contagio y letalidad por COVID-19 empezaban a crecer hacia el pico epidemiológico y a incidir en el incremento exponencial de la ocupación de camas UCI. Para entonces, el sistema hospitalario solo tenía una disponibilidad del 10% de camas UCI, no obstante que en apenas un mes la ciudad había hecho el esfuerzo de 30 años para duplicar el número de sus unidades de cuidados intensivos.
Los últimos 46 días fueron definitivos para atender la emergencia. Mediante decreto 0483 del 15 de junio de 2020, el Distrito decidió que el sistema hospitalario hiciera todas las asignaciones de UCI a través del CRUE, aplazara cirugías no urgentes y atendiera prioritariamente a pacientes de Barranquilla y el Atlántico.
Para finales de mayo, durante todo el mes de junio e inicios julio, el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias del Distrito- CRUE- en la medida de alerta naranja atendió y controló un promedio de 37 remisiones para UCIs diarias en la ciudad.
En este tiempo la ciudad pasó de 411 camas UCI a tener 644 en funcionamiento para dar respuesta al manejo de la emergencia. Sumado a los mecanismos de dirección, coordinación y gestión del CRUE, la ubicación de pacientes que necesitaban el servicio de UCI se hizo de manera más rápida.
Indicadores de respaldo
La decisión de bajar la alerta hospitalaria está respaldada, entre otros, por los siguentes indicadores y logros de la ciudad en esta batalla contra el COVID-19:
- El fortalecimiento de los servicios de salud y las nuevas condiciones hospitalarias con las que hoy cuenta la ciudad.
- El análisis sostenido de la tendencia a la baja en contagios y letalidades que se ha evidenciado en las cifras de las últimas semanas.
- El descenso en los consumos hospitalarios generales y críticos sustentados los últimos días en ocupaciones hasta del 52% para UCI adulto en la ciudad.
- Actualmente el índice diario que maneja el CRUE para requerimientos de UCI está entre 1 y 3 pacientes.
- Los indicadores de los municipios del área metropolitana también están descendiendo.
- La ocupación histórica de UCI de Barranquilla es del 85% y a ella vamos a volver porque hay tratamientos no urgentes que están aplazados.
Estrategia +60 se mantiene
El alcalde Pumarejo también anunció que al mismo tiempo que se levanta la alerta naranja, Barranquilla mantendrá de manera permanente la Estrategia +60 “con la cual arropamos a los adultos mayores en el momento más crítico del ciclo epidemiológico”.
Para mantener esta estrategia para proteger a los adultos mayores y seguir salvando vidas, hoy las 11 EPS que funcionan en Barranquilla y MiRed, la IPS que opera la red de salud pública distrital, suscribieron un acta de compromiso que garantiza la extensión del programa de manera indefinida en toda la ciudad.
La emergencia puso a prueba el sistema de salud y el Distrito decidió trabajar de la mano con el sector privado y las EPS, y por su intermedio con las 43 IPS de la ciudad, para buscar, tratar y proteger a sus adultos mayores. Sin perjuicio de la vigilancia y los controles que se ejercen sobre esas entidades, se sumaron los aportes que cada una podía hacer.
Adicionalmente a la estrategia +60, el Distrito está concentrado actualmente en comorbilidades como obesidad, hipertensión, insuficiencia renal y enfermedades respiratorias.
“Estamos arropando a los sectores más vulnerables, con asistencia social y económica, para lo cual analizamos las ayudas del Gobierno nacional y las que provee el Distrito. Queremos blindar a la ciudad para que no haya rebrotes ni nuevas olas de contagio. Ahora, más que nunca, Barranquilla no baja la guardia”, afirmó el alcalde Jaime Pumarejo.