Seis familias desplazadas del Catatumbo ya han llegado al municipio de Soledad, Atlántico, en busca de refugio tras huir de la violencia en sus territorios. Estas familias provienen de municipios como Teorama, Tibú, San Calixto, Palmarito y el Tarro, y llegaron a la Alcaldía de Soledad solicitando apoyo para comenzar de nuevo.
La administración local ha respondido con ayudas que incluyen alojamiento temporal, utensilios de cocina y alimentos, buscando aliviar las difíciles condiciones en las que llegaron los desplazados.
Cielo María, una de las mujeres que integran las familias desplazadas, compartió su experiencia: “Es duro empezar de cero, pero aquí nos han acogido. La idea es seguir adelante”, expresó, reflejando la esperanza que muchas de las familias tienen al encontrar un nuevo comienzo en el Atlántico.
Además, la Caravana Humanitaria, que salió de Bogotá y Cúcuta con el objetivo de exigir el cese de la guerra en el Catatumbo, también ha estado en el centro de la atención en esta crisis. En el polideportivo del municipio de El Tarra, Norte de Santander, llegaron las banderas blancas que representaban el clamor de las comunidades por un alto al fuego. Desde el 16 de enero, esta región ha sido escenario de intensos enfrentamientos entre el ELN y las disidencias del frente 33.
Organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos han pedido un cese al fuego humanitario, argumentando que las comunidades necesitan un respiro de la violencia. Juan Carlos Quintero, coordinador de la Asociación Campesina del Catatumbo, también instó al Gobierno Nacional a cumplir con los acuerdos de transformación territorial para eliminar las causas que han originado el conflicto en estas regiones.
El respaldo del Gobierno se ha hecho presente en estas iniciativas, con la directora de la Unidad para las Víctimas destacando el compromiso de las autoridades con la atención a los desplazados y la promoción de la paz en la zona.