Participaron 700 jóvenes en una carrera que promovió los valores y el respeto.
La Gobernación del Atlántico realizó con éxito la primera edición del ‘Vibra Run’, una carrera de 3 kilómetros llena de color, alegría y música, que promovió la integración, los valores, el respeto y la buena vibra entre los participantes.
La actividad, que tuvo lugar en el municipio de Baranoa, reunió a 700 participantes, en su mayoría jóvenes. Con puntos de color, estaciones con valores y mensajes positivos a lo largo del recorrido, el evento se convirtió en una verdadera fiesta de la convivencia.
“Desde la Gobernación del Atlántico le apostamos a construir entornos de paz y armonía. Vibra Run es una muestra de que podemos sembrar valores desde la alegría y la participación de los jóvenes”, comentó el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano.
El evento hace parte de una estrategia itinerante que llegará a varios municipios durante este 2025 como parte de la ruta por la convivencia liderada por la Consejería para la Convivencia de la Secretaría del Interior del Atlántico.
“Este tipo de acciones nos permiten conectar con las comunidades desde lo positivo, al abrir espacios de encuentro, respeto y bienestar”, indicó José Antonio Luque, secretario del Interior del Atlántico.
Además de promover la actividad física, el ‘Vibra Run’ generó un ambiente seguro y amigable, donde los valores y la sana convivencia fueron protagonistas.
“La convivencia no se impone, se vive. Por eso Vibra Run es una plataforma para encontrarnos, reconocernos y compartir desde el respeto”, dijo Manuel Díaz, consejero para la Convivencia de la administración departamental.
La comunidad respondió con entusiasmo, se destacó la organización, el ambiente festivo y el mensaje de inclusión y alegría que dejó la jornada.
“Fue increíble correr con tanta gente, sentir la energía, me gustaron mucho las estaciones con los valores y saber que estamos construyendo algo bonito juntos. Ojalá se repita muchas veces más”, afirmó Isabel de la Cruz, joven participante de Baranoa.
El recorrido culminó con una zona de color, música y baile que sellaron una jornada cargada de emociones positivas y trabajo colectivo por una mejor convivencia en el Atlántico.