Gobernador instó a las Empresas Sociales del Estado del orden municipal a referir a pacientes que requieran servicios de niveles de complejidad a la red pública departamental, encabezada por la ESE UNA.
En una reunión ordinaria celebrada por la junta directiva de la Empresa Social del Estado Universitaria del Atlántico (UNA), encabezada por el gobernador Eduardo Verano de la Rosa, aprobó una estrategia que busca el fortalecimiento de los hospitales públicos y la mejora en la oferta de servicios a la población del departamento.
La reunión tuvo lugar en la sede hospitalaria de Soledad, Nuevo Hospital Juan Domínguez Romero, donde el gobernador, como presidente de la junta directiva de la ESE Universitaria del Atlántico (UNA), anunció, al término del encuentro, que los centros hospitalarios que hacen parte de la UNA se integrarán a una estrategia de fortalecimiento. Por lo tanto, este plan tiene como objetivo mejorar la oferta de servicios en todas las sedes de la UNA, que incluyen el Hospital de Alta Complejidad, el CACE Mental, el CACE Pediátrico, la sede de atención complementaria de Soledad y la de Sabanalarga. Además, se busca que se articulen con los hospitales públicos municipales y con los 60 puestos de salud en los corregimientos.
“Estuvimos haciendo un análisis financiero y de toda la operación conjunta de los cuatro hospitales para tomar decisiones con respecto al fortalecimiento que debemos hacer para que el sistema funcione financieramente de manera ordenada”, señaló el gobernador Verano.
El primer mandatario departamental explicó que, aunque la ESE UNA enfrenta actualmente algunas dificultades y déficits, se está trabajando en fortalecer la comercialización de su oferta de servicios y productos de salud, al aprovechar al máximo el potencial instalado de toda la red pública hospitalaria construida en el departamento, que tiene como soporte a 22 Empresas Sociales del Estado del orden municipal y 60 puestos de salud, que prestan servicios de atención primaria y de baja complejidad que deben complementar sus servicios a mayores niveles de complejidad, derivando los pacientes a los cuatro centros hospitalarios de la UNA departamental, las que prestan servicios médicos especializados y las que están llamadas a funcionar de una manera estructurada en aras del fortalecimiento de su economía, haciéndose autosostenibles.
El modelo de atención en salud de las Empresas Sociales del Estado en el departamento contempla un conjunto de acciones que promueven y facilitan la atención oportuna, eficiente y eficaz, así como su trabajo en red de referencia y contrarreferencia de la baja hacia la alta complejidad, de forma complementaria, teniendo como primera opción a la red pública del territorio. De forma tal, que se evite la fragmentación de los servicios y la falta de integralidad, de forma tal que, la oferta de la UNA sea más eficiente, sostenible y competitiva.
La ESE UNA contempla mejorar sus contrataciones, hacer un seguimiento a la recuperación de la cartera que le adeudan y facturar adecuadamente, con el fin de viabilizar la prestación de los servicios de salud en el ente territorial.
La Secretaria de Salud departamental hará un estricto seguimiento y control para el cumplimiento de las decisiones tomadas por la junta directiva, en articulación con la gerencia.
El gerente de la ESE UNA, Pablo de la Cruz, destacó el hecho que se estén haciendo ajustes en los procesos administrativos que han permitido facturar $39.000 millones de los $45.000 millones de pesos en servicios prestados que no se habían cobrado antes de tomar la administración.
De la Cruz informó, además, que se están realizando nuevas contrataciones con las EPS para mejorar las tarifas y aplicar estrategias de mercadeo para acercar la población a los servicios que se prestan.
“Hemos hecho contratación con algunas EPS que tienen más de 40.000 usuarios en Soledad y el compromiso es empezar a facturar”, afirmó.
Asimismo, la junta directiva aprobó la implementación del sistema de gestión del riesgo que contempla políticas, procedimientos, roles y responsabilidad de funcionarios y de órganos de control en la creación del proceso y la conformación de un comité de riesgo. Además de la implementación de un código de conducta y buen gobierno, como de un programa de transparencia y ética empresarial.