La pluma de Romualdo Brito López fue tan prolija y dúctil, que dentro de sus extensa lista de composiciones es común encontrar obras de los mas variados temáticas, pasando del amor al desengaño, de la jocosidad al dolor y de la profunda tristeza a la esperanza.
Solo así se podría entender el gran aporte cultural que le dejó al folclor vallenato este guajiro de 67 años, nacido en Tomasrrazón – corregimiento de Riohacha, que con su temprana partida se fue físicamente, pero dejó una extensa lista de canciones, muchas de las cuales son inéditas, donde relata el cotidiano acontecer, relatado con su estilo sencillo y sentimental, pero también jocoso y costumbrista.
Por eso no en una misma noche podíamos bailar hasta el cansancio con números rápidos y recocheros como el Santo Cachón, Parranda Ron y Mujer, Llegó Tu Marido, Eso No Es Ná, Mujereando, Maluquito Pero Sabroso, La Difunta, La Yuca y la Tajá, Cabecita Loca, Ponte Chevere, para pasar a canciones de profundo corte sentimental, tales como Los Amaneceres Del Valle, Cuando la Vi, Esposa Mía y temas cargados de profundas raíces costumbristas como Yo Soy el Indio, grabado por Diomedes Díaz.
Y es que Romualdo Brito fue una especie de maquina de crear éxitos vallenato, pues a toda vivencia propia o vivida por un amigo o familiar, le sacaba una canción, al punto que algunos de los grandes interpretes de la música vallenata consideran que un trabajo discográfico que no lleve una canción de Romualdo Brito está incompleto.
Adiós al maestro Romualdo Brito, juglar insigne de una de las culturas musicales mas arraigadas del país, el vallenato. Paz en la tumba de un grande.
Parranda Ron y Mujer, incluido en el álbum Mi Vida Musical de Diomedes Diaz y Juancho Rios.