Vergüenza nacional. Ecuador desnudó todas las falencias que Colombia mostró ante Uruguay en Barranquilla. Lo mejor para la los dirigidos por Queiroz fue que árbitro decretara el final del encuentro.
La defensa fue permeable, el medio campo no recuperaba una pelota, el James que tanto queremos nunca fue el líder de la cancha que se necesita, los delanteros no recibían una clara frente al arco de Domínguez, Luis Díaz era el mejor de la cancha pero como el partido en Barranquilla, el entrenador volvió a fallar en los cambios y decidió sacarlo.
Antes de los 10’ de juego, Colombia ya caía dos goles por cero lo que no daba buenos presentimientos. Roberta Arboleda y Ángel Mena, les daban la ventaja a los ecuatorianos, y Michael estrada a los 32’ y Xavier Arreaga a los 39’ dejaría sin aliento y con menos esperanza de por lo menos igualar el marcador.
James Rodríguez convirtió en gol un penalti tras una falta contra Duván Zapata. Se creía que por lo menos, Colombia iba a aguantar el marcador y el pundonor hiciera salir a jugar con la frente en alto.
Los errores en el medio campo de Colombia le pasaron factura. No se hacían tres toques seguidos sin que Ecuador desarmara cualquier intento por levantar a una noqueada Colombia. Como si no fuera suficiente los dirigidos por Gustavo Alfaro salieron a emboscar la defensa colombiana que presentó más errores que aciertos.
Gonzalo Plata a los 78’ y Pervis Estupiñán pusieron cifras concretas: un catastrófico 6 – 1. Colombia sufrió una de las derrotas más humillantes en su historia. Colombia pasó a ser la selección más goleada de las clasificatorias a Qatar.