Afganistán, fue el tema centra de la reunión de los líderes del Grupo de los Veinte G20 y que hoy se reunieron de forma virtual.
El primer encuentro que se realiza tras la toma del poder de los talibanés se discutió sobre los problemas de suministro sin obstáculos de la ayuda humanitaria y la situación en materia de derechos humanos en Afganistán.
Afganistán tiene los fondos internacionales bloqueados desde el colapso del anterior Gobierno y por lo que impide el acceso al dinero de las instituciones multilaterales, minando la liquidez de los bancos afganos y encareciendo los alimentos y bienes de primera necesidad.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, apuntó que la comunidad internacional debe encontrar el modo de inyectar liquidez en el país en forma de inversiones directas a las personas para que no acaben en manos de los talibanes.
La crisis afecta ya a al menos 18 millones de personas, la mitad de la población, según datos de Naciones Unidas y además, un millón de niños padecen malnutrición aguda y corren el riesgo de morir, según el Fondo de la ONU para la Infancia.
Rusia estuvo representada por el vicecanciller Ígor Morgúlov y el enviado especial del presidente para Afganistán, Zamir Kabúlov.
“Acabo de participar en la reunión digital del G20 sobre Afganistán, organizada por Italia. Debatimos varios asuntos importantes, en particular la importancia de la entrada libre en el país y la salida de éste, la prestación de la ayuda humanitaria sin impedimentos, la seguridad y los derechos humanos”, escribió el primer ministro interino de Países Bajos, Mark Rutte.
Luigi Di Maio, ministro de Exteriores de Italia, pidió evitar el “colapso del Estado afgano” porque, de lo contrario, será posible ver “flujos migratorios incontrolados hacia los países limítrofes, con la consiguiente desestabilización”.
Según lo informó Sputnik, los combatientes del movimiento talibán se hicieron con el control de buena parte de Afganistán en agosto pasado, el día 15 entraron en Kabul y tomaron el palacio presidencial. El presidente afgano, Ashraf Ghani, huyó del país.
El 31 de agosto, las unidades de EEUU abandonaron de manera urgente el aeropuerto de Kabul, poniendo fin a casi 20 años de presencia militar de la OTAN en Afganistán.
El 6 de septiembre los talibanes anunciaron que tomaron bajo su control la provincia de Panjshir, la última que les oponía resistencia, y al día siguiente dieron a conocer la composición del gobierno provisional.
Lo encabezó Mohammad Hassan Akhund, quien se desempeñó como canciller durante el primer gobierno del talibán y se encuentra bajo sanciones de la ONU desde 2001.