El Instituto Nacional de Medicina Legal dictaminó que Enrique Vives no sufre de afectación psiquiátrica alguna que le pueda impedir ir a prisión.
Luego de cuatro días buscando caminos para no afrontar la imputación de cargos ante el juez y la Fiscalía tras haber arrollado bajo estado de embriaguez con su vehículo a los seis jóvenes que terminaron muertos en el sector de Gaira, en Santa Marta, finalmente, el Instituto Nacional de Medicina Legal puso fin a las estratégicas intenciones de Vives Caballero para no ir a prisión.
Medicina Legal determinó que “las características no constituyen un estado grave o enfermedad grave incompatible con la vida en reclusión y puede tener un tratamiento ambulatorio”.
«iba en su carril y le salieron un grupo de muchachos que no vio»: dijo Enrique Vives Caballero durante la noche de este jueves en medio del desarrollo de la audiencia de imputación de cargos, donde está comoindiciado de atropellar y matar a seis jóvenes en Gaira (Magdalena), en hechos ocurridos en la madrugada del pasado lunes.
Durante la diligencia judicial, la jueza primera penal municipal con funciones de control de garantías, Olmis Cotes, parafraseó el relato que durante la tarde de este jueves le narró Vives en la clínica psiquiatríca Fusam.
“Iba por el carril izquierdo de la vía que es doble calzada y me sale un grupo de muchachos que no vi”, leyó la jueza. Según lo leído, Vives, tras el accidente, se bajó para «ayudar a una muchacha«, pero «habitantes del sector le dieron puños».
Por otro lado, la jueza Olmis Cotes aseguró que el resultado de la valoración médica de Medicina Legal le permite a Vives permanecer recluido y dirigirse a las citaciones médicas en el centro privado al que se le convoque.
“El examinado tiene una retractación adaptativa de tipo ansiosa, que para el momento actual no se constituye en algo grave o incompatible para la vida en reclusión normal”, leyó la jueza.
En otro aparte señala que “el examinado se encuentra incorporado en la cama y se sentía con algo de somnolencia, pero respondía las presuntas que se le hacían por parte de los médicos legistas.
Cumplida la lectura del documento, y al haber sido realizada la diligencia en la Fundación Santa Marta por el Niño, no pudo enviarse por internet el dictamen a las partes, por lo que la diligencia se aplazó para que leyeran la decisión y poder continuar con la diligencia de imputación.
“El despacho agotó este trámite, dados todos los tropiezos y establecido el estado normal del señor Vives Caballero el despacho continuará con la audiencia de imputación dejando plena constancia que esta funcionaria le preguntó cómo se sentía, y dijo que tenía mareo, somnolencia. Habló de la presencia de la procuradora Doria Guzmán, del custodio de la Policía y del representante de las víctimas Rodrigo Martínez”. Con base en esa respuesta, la jueza Cotes decidió continuar con la esquiva imputación.
Así las cosas, inició de manera formal, la imputación, luego de una serie de rodeos irregularidades.
Lo claro es que Enrique Vives además de haber estado borracho, conducía a exceso de velocidad, tras el siniestro vial, fue trasladado a hurtadillas a la clínica, cuyo diagnóstico no ha conocido la juez.
Adicionalmente, el reporte inicial de alcoholemia presentado por la Policía era de grado dos, sin embargo el real era de grado tres alcohol (el más alto), y se conoció que fue la Policía la que sin previo aviso permitió que llegara a la Clínica Body Perfect, evadiendo así la imputación.
Complementando la burla a la justicia, cuando la jueza había dicho que el empresario no podía trasladarse de clínica, lo hicieron y se fue llevado bajo orden de quién sabe (no se ha revelado), a la Fundación Santa Marta por el Niño.
Quedó claro que tanto el empresario y su abogado se han burlado de las autoridades judiciales, ayer en horas de la noche fue sacado de la clínica Perfect Body y llevado a un centro asistencial para personas psiquiátricas.