Los padres que se encuentren inmersos en un proceso por violencia de género en España no podrán visitar a sus hijos menores.
Así lo dicta una medida reciente adoptada por el gobierno de izquierda que entró en vigor este viernes.
Con esta reforma del Código Civil, la justicia española podrá retirar o denegar el derecho de visita si el progenitor se encuentra “incurso en un proceso penal iniciado”.
Sin embargo, la norma también establece que en algunos casos, el juez podría autorizar ciertas visitas o comunicaciones motivadas por “el interés superior del menor o en la voluntad, deseos y preferencias del mayor con discapacidad necesitado de apoyos y previa evaluación de la situación de la relación”.
La reforma entró en vigor este viernes, días antes de que un doble infanticidio que se registró en Tenerife y que conmocionara a España.
En esa ciudad, dos niñas de seis y un año fueron dadas por desaparecidas el 27 de abril en Tenerife, en las islas Canarias.
Cabe anotar que España fue el primer país europeo en adoptar en 2004 una ley que convertía el género de la víctima en una circunstancia agravante en caso de agresión.