- Conjuntamente con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, el mandatario pidió ejecutar las acciones que se requieran para frenar la criminalidad en las calles de las ciudades.
- “Tenemos que tener una respuesta contundente porque se nos está desbordando la situación”, añadió.
Lo que se necesite hacer para cambiar la ecuación de la lucha contra la criminalidad en las calles de las ciudades colombianas debe hacerse de inmediato, aseguró el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, durante la cumbre de la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales (Asocapitales), en Pereira.
En una propuesta conjunta con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, el mandatario pidió tomar decisiones de pronta ejecución, al tiempo que convocó a una reunión sin precedentes con todos los estamentos relacionados con la lucha contra la criminalidad.
“Vamos a sentarnos todos en una mesa y decir qué hay que hacer para que esto funcione. Si hay que cambiar leyes cambiémoslas ya. No esperemos. Si hay que invertir más, digamos cuánto pone el gobierno y cuánto ponemos nosotros, pero hagamos lo que haya que hacer. Y si hay que cambiar la jurisprudencia y la manera como se administra la justicia hagámoslo ya”, manifestó Pumarejo en su intervención.
La única manera de lograr cambios sustanciales en el combate diario contra los crímenes, como hurto, extorsión y homicidio, es que se sienten en una mesa desde el patrullero que captura delincuentes hasta los congresistas que hacen las leyes y los jueces que las ejecutan.
“De pronto poner un billón de pesos y decir ‘estos son los jueces municipales que se encargan solo del hurto y nada más del hurto’, y vamos a poner un sistema expedito solo para este tema. Tenemos que ver el delito del hurto menor y la extorsión, como el mayor de los males”, añadió.
El mandatario enfatizó en que las principales preocupaciones de los ciudadanos son los delitos que los afectan diariamente, como el robo de celulares o la extorsión. Por eso pidió que esta sea la prioridad para el sistema de justicia colombiano.
La cumbre que propuso el mandatario de los barranquilleros debe trazar una hoja de ruta clara que permita cambios estructurales, con la participación “del Congreso, la rama judicial, la Fiscalía, la Policía, el Gobierno nacional, Migración y que, además, no traigamos solo al general, sino que nos traigan al patrullero que nos diga lo que vive cuando tiene que llevar a alguien frente a un fiscal. Que llevemos al juez que nos diga cuáles son sus innumerables barreras para poder terminar poniendo a alguien tras las rejas. Y hagámosles la vida a ellos más fácil”.
Entre las variables que propone Pumarejo están los centros carcelarios para pagar penas, los cuales han sido objeto de análisis. Según explicó, podría pensarse en cárceles con carácter transicional. “Que sean para el hurto menor, para delincuentes que no revistan la peligrosidad de un homicida o de un gran capo de la mafia, pero que sí podamos rápidamente hacer unos centros de rehabilitación y transición, que tienen un costo muy inferior a las especificidades que tiene hoy una cárcel del INPEC”.
Uno de los aspectos clave es la interpretación de la ley, que, según el alcalde, difiere de una ciudad a otra en algunas ocasiones.
“Dejar la ambivalencia de la ley, que en algunas ciudades los jueces tienen la mentalidad de que alguien que atraca con un arma de fuego, la accione o no, es peligroso y va tras las rejas. En otras ciudades, como la mayoría de nuestras capitales, deciden que no es peligroso porque no accionó su arma. O que no es peligroso porque su arma era ‘hechiza’. Eso acaba en que algunas de esas veces el tipo sí acciona su arma o peor aún, en miles de casos traumatizaron o dejaron con secuelas psicológicas a una población”, explicó.