Su nombre era Eduardo Torres Zorrilla, de 30 años, oriundo de la ciudad de Irapuato, México. Su caso recordó el de Valentina González en la Ciénaga de Cholón.
El fallecido era un destacado empresario del sector inmobiliario en su país y murió el sábado pasado luego de caer de la embarcación en la que hacía turismo con varios de sus amigos por las Islas del Rosario.
Torres Zorrilla fue alcanzado por la maquinaria de propulsión de la motonave en la que se transportaba, de nombre Breeze II. El extranjero pertenecía a una familia de origen español, que se dedicaba a la comercialización de huevo en Irapuato, una ciudad del estado de Guanajuato.
Los amigos que lo acompañaban en sus vacaciones señalaron que se trataba de un profesional experto en el sector inmobiliario y que su empresa participó en la creación y conceptualización de proyectos extraordinarios desarrollados en su país.
Al parecer, la emergencia se presentó cerca de Punta Gigante, en el momento en que la pequeña embarcación Breeze II regresaba a la ciudad de Cartagena.
“El turista mexicano se lanzó al mar a recoger un elemento que habría caído cuando realizaba tránsito de regreso a Cartagena y al iniciar nuevamente su recorrido fue alcanzado por la maquinaria de propulsión de la motonave”, señaló la Armada Nacional.
Torres Zorrilla sufrió múltiples heridas por lo que fue llevado al Muelle de La Bodeguita, a bordo de la Unidad de Reacción Rápida de Guardacostas. “Llegó sin signos vitales al ser atendido por parte de los funcionarios del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias -Crue-”, indicó la Armada.
De la misma manera, la institución aseguró que la motonave había zarpado en la mañana del sábado y contaba con todos los permisos vigentes, al igual que su tripulación.
Incluso la prensa mexicana registró así el hecho: “Ha muerto en un trágico accidente en las Islas del Rosario, en Colombia, Eduardo Torres, de 30 años e hijo de Pili Zorrilla y nieto de Don Vicente Zorrilla. El irapuatense se encontraba vacacionando”.
Este caso de Torres Zorrilla recordó el de la universitaria barranquillera Valentina González Medina, sucedido el 30 de noviembre de 2019. Ella se encontraba en un flotador en compañía de su novio, cuando fue impactada por el yate Experiensea, en la ciénaga de Cholón.
De manera similar, la joven cayó al agua y la hélice le causó heridas en la espalda, abdomen y cuello, heridas que le ocasionaron la muerte.
En este caso el piloto del yate, José Gertrudis Valencia Quintana, fue detenido ese mismo día del accidente que le costó la vida a Valentina, pero quedó en libertad dos días después por considerarse que se trataba de un delito de homicidio culposo sin agravantes