Este episodio sucedió en la carrera 38 con calle 80, al norte de la ciudad, donde un caballo que cargaba una carreta de frutas, terminó por desplomarse tras sufrir una descompensación como consecuencia de las altas temperaturos y exposición al sol inclemente con el que debía cargar el pesado carruaje y arrastrar, lo llevó a convulsionar.
Lo más indignante en este triste evento, es que dos personas allí presentes intentaban reanimarlo dándole cerveza.
Por fortuna, un médico veterinario que estaba cerca de la escena, de manera voluntaria se ofreció y brindó atención al indefenso animal hasta que minutos después llegarán los uniformados de la Policía de tránsito quienes informaron a la Secretaria de Gobierno.
Las autoridades procedieron a decomisar el animal al propietario y fue trasladado a un centro de protección.