Anif además propone cotización por horas.
Apenas a cuatro meses para que inicien formalmente las discusiones del salario mínimo para el 2022 en Colombia, le madrugaron desde ya la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) y lanzó una propuesta, que aunque año tras año se revive, no ha tenido hasta ahora un consenso general para su implementación. Se trata del salario mínimo diferencial por ciudades, una iniciativa que para Anif podría acelerar la recuperación del empleo en el país.
Si bien esta no es una propuesta nueva, este año las condiciones son distintas teniendo en cuenta la coyuntura derivada de la pandemia por la covid-19, que llevó a históricos niveles de desempleo.
Además, a la fórmula la Anif le agregó dos ingredientes más: la cotización por horas y la reducción de cotizaciones de salud con progresividad empezando por los jóvenes y las mujeres esto para permitir que las empresas tengan más presupuesto disponible para que contraten más mano de obra.
La idea de la iniciativa es que las ciudades más productivas tengan un salario mínimo superior al de otras con un índice inferior, lo que permitiría un balance entre productividad laboral y remuneración, situación que para la Anif no dificultaría la demanda de trabajo formal.
Según la entidad, no tiene presentación que el salario mínimo sea igual en Bogotá, Cúcuta, Montería, Quibdó y Sincelejo, entre otras, ya que existen profundas diferencias en los costos de vida de cada ciudad, lo que lleva a que haya alta informalidad y desocupación.
Ante esta iniciativa, que se revive cada año, Stefano Farné, director del Observatorio de Mercado Laboral de la Universidad Externado de Colombia, ha advertido sobre algunos inconvenientes que podrían afectar su implementación, así como implicaciones sociales muy altas y con efectos desalentadores para millones de personas.
Una de las primeras trabas para llevar esta propuesta a la práctica es que legalmente el salario mínimo en Colombia no se puede bajar porque hay una ley de la Corte Constitucional, que obliga a que el aumento se haga con base a la inflación pasada.
Es decir que en caso de que se aprobara la propuesta, en ningún caso se podría bajar el salario para nivelar a las regiones, lo que implicaría que esa nivelación se haga por encima de la inflación. Esto produciría que el incremento del salario mínimo en términos reales en Colombia sea mucho mayor al que ya es, sin contar con los efectos para las empresas y los trabajadores que menos sueldo recibirían.
“La propuesta parece tan fácil, pero llevarla a la práctica es muy difícil. Además tenemos muchas incógnitas en este momento, cómo lo haremos y qué controles deberían hacerse”, advierte el experto laboral.