Resulta interesante conocer un enfoque integral y diferente al mayor problema mundial de salud pública de las últimas décadas y que transformó y sigue transformando a todos los continentes sin excepción: la pandemia por el nuevo coronavirus Covid-19. Este enfoque resulta del análisis de la expansión de este virus a lo largo del año 2020, del más del millón de muertes por esta causa y de la manera como esta enfermedad está interrelacionándose con otro tipo de enfermedades (las ENT o enfermedades no transmisibles), razones suficientes para que algunos expertos estén redefiniendo cómo hacer para frenar la pandemia.
Por eso Richard Horton, editor jefe de la prestigiosa revista The Lancet, editorializó hace unos semanas al respecto, indicando que hay que cambiar el rumbo de las intervenciones que mundialmente se han hecho para contrarrestar la propagación de esta enfermedad infecciosa de transmisión viral y que hasta el momento han resultado infructuosas, tal como lo demuestran los casi 37 millones de casos positivos documentados para Covid-19 alrededor del orbe y el hecho de haberse ya superado el millón de decesos por ese mismo factor.
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Es por ello que Horton opina que llegó el momento de no seguir viendo la realidad generada por este virus, dejándola de ver como una “pandemia” y darle paso a un nuevo término: “sindemia”. ¿Por qué dicho planteamiento de Horton? Primero debe conocerse el significado del término sindemia: es un neologismo de las palabras sinergia y epidemia; fue acuñado por el antropólogo médico norteamericano Merrill Singer a mediados de la década de 1990 y desarrollado en su libro Introduction to syndemics en el año 2009. Para Singer, en síntesis, tal y como él mismo junto con Emily Mendenhallescribió para The Lancet en 2017, un “enfoque sindémico revela interacciones biológicas y sociales que son importantes para el pronóstico, el tratamiento y la política de salud”.
Así las cosas, Horton en su reciente editorial de The Lancet plantea que lo que ha ocurrido con el Covid-19 obedece en mucho a una interacción entre el síndrome respiratorio agudo severo generado por el virus con una serie de enfermedades no transmisibles (ENT) en medio de la disparidad social y económica que potencian los efectos adversos que cada enfermedad produce por separado.
En ese mismo orden de ideas, Horton enfatiza que aunque la presente pandemia se trate inicialmente en un fenómeno de tipo biológico (específicamente infeccioso de origen viral), está afectando de manera particular y diferenciada a cada país, de acuerdo con sus características propias: organización política, económica y social; además de acuerdo como funcione su plataforma de protección social tanto para enfrentar el Covid-19 como los demás riesgos biológicos o sociales.
Horton destacó que en el caso de Covid-19, la identificación de las ENT (hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, cáncer) a través del enfoque sindémico, será un requisito previo para una contención exitosa de la epidemia por Covid-19. Justamente la semana anterior, el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz, resaltó que de las personas fallecidas hasta este momento por el coronavirus en Colombia, 4.599 tenían un diagnóstico de diabetes, es decir, un 23% del total de muertes correspondían a pacientes que tenían esta enfermedad, lo que confirma la importancia de identificar mediante el enfoque sindémico cómo esta enfermedad (síndrome respiratorio agudo severo generado por el coronavirus Covid-19) está interrelacionándose con otro tipo de enfermedades (en este caso una ENT como es la diabetes).
Para concluir concuerdo con el editorialista de The Lancet que sin quitarle méritos e importancia a un tratamiento efectivo o una vacuna protectora contra el Covid-19, en la estrategia integral debe verse a esta enfermedad como una sindemia para identificar sus orígenes sociales, pues de lo contrario “la búsqueda de una solución puramente biomédica para COVID-19 fracasará”, a no ser que en Colombia y en el mundo en general se diseñen políticas públicas “para revertir las profundas disparidades, nuestras sociedades nunca estarán verdaderamente seguras contra el Covid-19”.