La mujer de 21 años de edad enfrentó una fuerte crisis nerviosa que la mantiene hospitalizada.
Carolina Galván habría intentado quitarse la vida, luego de conocer que el juez 59 Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Bogotá le impuso una medida de aseguramiento con detención preventiva de la libertad, en establecimiento carcelario, por su presunta responsabilidad en los hechos que rodearon la desaparición de su hija, Sara Sofía.
El intento de suicidio ocurrió en medio del receso que el juez le otorgó a la defensa para que sustentara su apelación contra la decisión de enviarla a la cárcel.
La mujer intentó lanzarse del tercer piso del edificio en el que se estaba adelantando la audiencia, sin embargo, integrantes de la Fundación Dignidad Abolicionista impidieron que lograra su objetivo.
Carolina Galván ingresó posteriormente al baño y forzó el vidrio del espejo con la intención de cortarse las venas.
Según se conoció, estaba muy angustiada por la situación en la que se encontraba, lloraba desesperadamente, insistía en suicidarse y en que esto, debía terminar.
La abogada Reyes en medio de ese grave episodio sustentó su apelación mientras que a pocos metros, trabajadores de la fundación trataban de de tranquilizar a la mujer, quien fue remitida de urgencias al hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué (Tolima), donde todavía está siendo atendida.
Durante más de 50 minutos la abogada expuso las graves condiciones en las que Galván, se encontraba al ser víctima de trata de personas y de inducción a la prostitución por parte de Nilson Díaz, su excompañero sentimental.
La abogada narró como el sujeto le exigía un pago diario por su trabajo en las calles y el miedo que la joven de 21 años sentía por los maltratos a los que diariamente era sometida.
Medida de aseguramiento intramural
El juez se declaró consternado durante la audiencia en la que ordenó enviar a la cárcel a Carolina Galván por su presunta responsabilidad en la desaparición forzada de su hija, Sara Sofía.
El funcionario judicial relató los hechos que rodearon la desaparición y se refirió a las pruebas que la Fiscalía General de la Nación logró recopilar durante la investigación y que advierten que Galván no solo no protegió sino que, por el contrario, maltrató constantemente a la pequeña de 23 meses (para la época de los hechos).
Además señaló que existen varios testimonios de niños y niñas que vivían en el lugar al que Carolina llevó a su hija que advierten acerca de los maltratos físicos a los que fue sometida.
Señaló también que Carolina Galván no protegió a su hija ni garantizó la seguridad de la menor y recordó que “desde el 18 de enero empezó su ocultamiento, lo que permite establecer que ya en esos momentos no se estaba dando información de su paradero y se había sustraído de su hogar“.
También dijo que desde el 27 de enero se consumó el delito de desaparición forzada agravada porque ya no se quiso suministrar información sobre su paradero y por ende no se da esa condición de víctima de trata de personas y de inducción a la prostitución que alega la defensa de Galván por parte de Nilson Díaz.
“Los elementos materiales probatorios permiten advertir cómo vivió la menor a partir del lunes 18 de enero, la niña lloraba, la niña no comía, la niña no quería caminar, prácticamente la niña no hacía nada (…), Carolina era consciente que la niña no quería nada y que le era difícil acostumbrarse a ella“, dijo el juez.
En ese sentido afirmó que “la menor a partir de ese 18 de enero era objeto de maltratos, no solo de Carolina Galván sino de Nilson Díaz, le pegaban cachetadas con frecuencia, la niña almacenaba su comida y no tragaba y eso generaba disgustos en Galván que la maltrataba”.
Agregó que “Galván no le cambiaba el pañal, no le daba de comer (…) la niña lloraba mucho, le pegaban con una correa sin pañales en la cola, le dejaba moradas las piernas, la golpeaban en la cabeza“.
Varios niños que residían en la vivienda en la que se quedaba Carolina Galván manifestaron que Sara Sofía era golpeada también por Nilson Díaz y que siempre pedía volver a su hogar, con su tía Xiomara.
“La niña decía que se quería ir con su abuelita y Galván la tiró contra la pared y dijeron que la niña gritaba y le salía mucha sangre“, destacó el juez de uno de los testimonios de los menores que jugaban con la menor.
“Desde el 18 de enero, la menor Sara Sofía Galván fue maltratada física y psíquicamente por Carolina Galván y Nilson Díaz y además deseaba volver insistentemente a la casa en la que ella residía con su tía y con la señora Ana“, dijo el juez.
También se conoció que la madre de la niña se camuflaba con diferentes prendas de vestir para evitar que las autoridades la encontraran y pudieran restablecer los derechos de la pequeña Sara Sofía.