Los bloqueos y desmanes en el sector de hidrocarburos sigue creciendo y causan un impacto negativo en ventas de combustibles en el país por el desabastecimiento, pues, desde que inició el paro, son ocho los departamentos que han reportado una caída de 34% en las ventas de combustibles. En todo el país, 676 estaciones de servicio han reducido 50% su flujo de ventas.
Cerca de $400.000 millones en producción de crudo ha dejado de recibir el sector de hidrocarburos, mientras que ha dejado de percibir $37.500 millones en producción de gas, tal como lo ha manifestado el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, quien también explicó que tan solo en el panorama del crudo, se dejaron de producir 1,5 millones de barriles, mientras que en el gas, se dejaron de producir 2.762 millones de pies cúbicos.
Estas cifras se dieron a conocer en el desarrollo del foro del sector de combustibles de la Asociación Colombiana del Petróleo. Allí, el jefe de la cartera resaltó que la disminución en ventas de combustible se ha producido en más de 10% de las estaciones a nivel nacional y apuntó que la vandalización a los puntos de distribución ha sido considerable, teniendo en cuenta que cerca de 750 estaciones han sufrido desmanes.
“Tenemos un caso atípico con lo sucedido en Cali, porque a pesar de tener planes de contingencia muy fuertes y almacenamiento estratégico, con buenos niveles de inventarios, fue muy difícil prever el problema en el suministro”, afirmó Mesa.
Agregó también diciendo que pese a las tres plantas de abastecimiento mayorista ubicadas en la capital del Valle del Cauca, se registraron varios problemas para el transporte de los hidrocarburos y ante los bloqueos y el desabastecimiento, se emitió una nueva resolución que permite el suministro desde centros de acopio no convencionales.
Por su parte, Jorge Humberto Arango, vicepresidente de operaciones y suministro de Biomax, mencionó que el país no estaba preparado para esta crisis en el sector. Sin embargo resaltó que sí existe una gran capacidad de resiliencia y adaptación, debido a que los distribuidores mayoristas y los actores de la cadena de valor han logrado garantizar el abastecimiento mínimo en los 44 días de paro nacional.
“Resalto la alta capacidad articulativa de todos los agentes de la cadena en un ambiente colaborativo”, dijo Arango, quien pronunció además que la flexibilización de la normatividad vigente y los trabajadores fueron piezas insoslayables para la manutención de los puntos de distribución, prescindiendo de aspectos como los aditivos.
Atinente a la necesidad de almacenamiento y transporte por poliductos para el abastecimiento, Héctor Manosalva, presidente de Cenit, indicó que los picos de consumo de gasolina y diésel serán en 2032 y 2044, respectivamente. Por esta razón, Manosalva afirmó que es necesario ampliar la infraestructura y darle mayor confiabilidad en la próxima década.
“Es importante incrementar los niveles de almacenamiento operativo, por lo que tenemos la construcción de un tanque de 260.000 barriles en Pozos Colorados, pero, claramente, la inversión que requiere el país está relacionada con la ampliación de la red de poliductos”, dijo.
Para minimizar los desabastecimientos son necesarios tres factores
Mónica Albornoz, gerente regional para Centroamérica y Colombia de Chevron, afirmó que son necesarios tres ejes para minimizar los riesgos por desabastecimiento. Estos son infraestructura, marco regulatorio y liberación para la importación de combustibles.
La ejecutiva enfatizó en que, para dar respuesta a la demanda interna, que seguramente será mayor a la presentada en los meses anteriores al covid-19, es necesario realizar inversión en el desarrollo de programas de almacenamiento para situaciones no previstas y mejoras en el transporte.
D.A.