La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, llamó la atención al Estado colombiano por el uso de armas de baja letalidad por parte de la fuerza pública para atender desmanes.
“Al respecto, CIDH llama al Estado de Colombia a respetar la vida y los DDHH, y advierte sobre el uso indiscriminado de armas consideradas “menos letales” por fuerzas públicas”, dijo.
El llamado de atención se da después que en medio de las marchas, el joven Sebastián Quintero de 22 años, murió en Popayán, en el barrio La Esmeralda, luego de ser impactado en el cuello por una granada aturdidora lanzada por el Esmad. Aunque aún no se conoce la causa de su muerte, el joven resultó herido por el impacto del arma no letal.
“La @CIDH lamenta profundamente la muerte del estudiante Sebastián Quintero, ocurrida durante las protestas en Popayán el #14Mayo. Según información pública, su muerte se produjo tras el impacto de una granada aturdidora lanzada por efectivos de las fuerzas públicas”, agregaron.
Hay que recordar que en el 2019, el joven Dilan Cruz murió en Bogotá, tras ser impactado por el proyectil de una escopeta calibre 12 por parte de un agente del Esmad, lo cual abrió la discusión sobre el uso de estas armas.