Desde las primeras horas de la mañana de este jueves 24 de abril, los habitantes de Chimichagua, en el departamento del Cesar, decidieron tomarse las vías como medida de presión ante lo que consideran una crisis energética sin respuesta. A las 4:30 a.m. inició el bloqueo de la carretera que conecta el municipio con El Banco (Magdalena) y el Norte de Santander, en protesta contra la empresa Afinia, encargada de prestar el servicio de energía en la zona.
La vía, aunque alterna a la Ruta del Sol, es clave para la movilidad regional, y su cierre ya ha causado afectaciones en el transporte de pasajeros y carga. En el lugar, los manifestantes han encendido llantas y ramas de árboles, creando barricadas que buscan visibilizar la desesperación de la comunidad.
“Esta no es una protesta más, es un grito de auxilio”, afirma Johanys Iglesia, líder social del sector. Según explica, los cortes de energía son constantes y las variaciones de voltaje han dañado decenas de electrodomésticos en los hogares. “Todos los días se va la luz, y cada diez días hacen mantenimientos, pero no vemos mejoras”, denuncia.
Los pobladores señalan que la manifestación es una acción desesperada, motivada por la falta de acuerdos entre la Alcaldía y Afinia. Frente a la ausencia de soluciones concretas, han decidido iniciar un paro indefinido hasta que haya compromisos reales y verificables.
Por su parte, Afinia respondió a través de un comunicado en el que asegura estar trabajando en una solución estructural: la construcción de una nueva línea eléctrica entre Chimichagua y Astrea, conectada a la subestación de Arjona. La obra, según la empresa, busca estabilizar el servicio y reducir las fluctuaciones de voltaje que tanto afectan a los habitantes.
“Estas obras avanzan satisfactoriamente y solicitamos comprensión a la comunidad mientras se ejecutan”, indicó Afinia.
Mientras tanto, el bloqueo continúa, con el paso totalmente interrumpido. La comunidad exige respuestas más allá de promesas: quiere garantías claras, soluciones concretas y, sobre todo, una energía digna y constante. La tensión crece en Chimichagua, y con ella, la presión sobre las autoridades para actuar.