El Comité Olímpico Colombiano (COC), encabezado por su presidente Ciro Solano Hurtado, se une a la celebración del Día Internacional de la Tierra y unidos a la visión del Comité Olímpico Internacional (COI) continuamos trabajando para construir un mundo mejor a través del deporte.
Sin duda alguna, el deporte representa un camino de unión que permite generar impactos en la sociedad a través del trabajo en grupo. Los Juegos Olímpicos de París 2024 fueron un claro ejemplo de como la Agenda Olímpica se destacó con el objetivo de la protección del medio ambiente gracias a la realización de un certamen multideportivo con mayor conciencia y acciones para su cuidado.
La compensación al medio ambiente, dentro de las justas deportivas, fue el motor para impactar a través de acciones como energía renovable, infraestructura sostenible y alimentación sostenible, un mensaje que varios Comités Olímpicos Nacionales han masificado, tal el caso del COC.
El Comité Olímpico Colombiano cuenta con una estrategia de sostenibilidad en la que estableció la ruta de descarbonización con unos objetivos a corto, mediano y largo plazo para lograr la reducción del 51 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a 2030 y ser carbono neutro, en el año 2050.
El camino trazado por el COC hace parte de un esfuerzo constante por parte de la vicepresidente de la institución y coordinadora de la Comisión de Sostenibilidad y Legado, Irma Lucía Ruíz Gutiérrez, quien destaca el ejemplo del Comité Olímpico Colombiano impacta a todo el sector deportivo nacional (como el ‘Sello Verde de Verdad’) y, en general, a la sociedad.
Precisamente, el COI también destaca la Metodología de la Huella de Carbono para los Juegos Olímpicos, pues es un conjunto de directrices que ayudan a los anfitriones a medir, informar y gestionar las emisiones asociadas a la organización de las justas deportivas. Proporciona un marco claro para calcular el impacto de diversas acciones, como la construcción de las sedes, el transporte y los viajes, el consumo de energía, los materiales y operaciones como el catering y la gestión de residuos.
Todo lo anterior, siguiendo estándares reconocidos internacionalmente, incluidos ISO 14064 y el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, y en línea con la Huella Ambiental de la Organización de la Comisión Europea y el Marco de Acción Climática del Deporte de las Naciones Unidas.